🤑 Memecoins: ¡la criptomoneda zombi que no permanecerá muerta! 🪦

En los campos polvorientos del páramo criptográfico, donde los sueños se marchitan como cultivos olvidados, la memecoin permanece dormida, pero no muerta. Eso dice Keith A. Grossman, el altisonante presidente de MoonPay, un hombre que probablemente te vendería una pala para desenterrar esperanza en un cementerio. “Se levantarán de nuevo”, grazna, como un profeta en una novela de Steinbeck, “sólo que en una forma diferente”. 🌾✨

Según Grossman, la verdadera magia de las memecoins no son las monedas en sí mismas, sino la forma en que convierten la atención en oro. “Blockchain es el arado”, declara, “y la atención es el suelo fértil”. Antes de las criptomonedas, se lamenta, sólo los peces gordos (plataformas, marcas y un puñado de personas influyentes) podían cosechar los cultivos. ¿El resto de nosotros? Sólo éramos aparceros y trabajábamos gratis. Me gusta, tendencias, chistes internos: todo se convirtió en dinero en efectivo, pero no para nosotros. 😢💸

“Antes de las criptomonedas, la atención sólo podía ser monetizada por plataformas, marcas y un pequeño grupo de personas influyentes. Todos los demás generaban valor y lo regalaban. Los me gusta, las tendencias, los chistes internos y las comunidades creaban un valor económico enorme”.

Pero ese valor, como una cosecha que se pudre, quedó atrapado en los silos de grandes plataformas centralizadas. Grossman tiene un punto: las memecoins fueron las favoritas de 2024, la belleza de la criptobola, hasta que dejaron de serlo. Los críticos aullaron, los tokens implosionaron y los inversores huyeron como ratones del incendio de un granero. 🔥🐭

Grossman lo compara con los primeros días de las redes sociales: ¿recuerdan cuando MySpace era el rey y todos pensaban que duraría para siempre? Sí, eso no envejeció bien. Pero luego vinieron Facebook, Twitter y el resto, convirtiendo un nicho en un gigante cultural. Las memecoins, insiste, sólo están esperando su momento en Facebook. 📘🚀

Pero no nos olvidemos de los payasos que intentaron montar en este rodeo. Donald Trump, el hombre que te vendería un bistec y una memecoin, lanzó su propio token antes de la inauguración de 2025. Alcanzó un máximo de 75 dólares (suficiente para comprar un montón de Big Macs) antes de caer a 5,42 dólares. Ay. 🍔💸

Y luego está Javier Milei, el excéntrico presidente de Argentina, que respaldó un token llamado Libra. Se desplomó más fuerte que un peso en una crisis de hiperinflación, dejando al 86% de los tenedores con pérdidas de 1.000 dólares o más. Milei intentó lavarse las manos, pero la comunidad criptográfica olió una alfombra a una milla de distancia. Ahora enfrenta demandas y llamados a juicio político. 🧴⚖️

Entonces, ¿volverán a subir las memecoins? Grossman así lo cree. Pero en este juego de cripto ruleta, la única apuesta segura es la incertidumbre. Y a medida que el polvo se asienta en el cementerio de las memecoins, una cosa queda clara: en el mundo de las criptomonedas, ni siquiera los muertos permanecen enterrados por mucho tiempo. 🪦💰

2025-12-15 00:05