Cómo influyó el trastorno de estrés postraumático de la Segunda Guerra Mundial de Jimmy Stewart en este clásico navideño

Si bien el guión y las imágenes de la película de Frank Capra son excelentes, la cautivadora actuación de Jimmy Stewart es igualmente crucial para su atractivo perdurable. Su interpretación de líneas como “No voy a dejarte, Mary… tengo que vivir”, sigue siendo poderosamente conmovedora, incluso después de repetidas visualizaciones. La capacidad de Stewart para retratar un espectro completo de emociones, desde una profunda tristeza hasta una esperanza optimista, es realmente notable. Él encarna al “hombre común” con el que se puede identificar, lo que permite al público conectarse con las luchas y triunfos de su personaje a nivel personal, lo que hace que su viaje de redención sea aún más convincente.








