
Al comenzar el nuevo año, en lugar de un nuevo comienzo, los criptomercados han recibido una fuerte paliza, como un ogro mal entrenado. Efloud, un sabio (o simplemente un comerciante muy nervioso), señaló que con el calendario pasando páginas y la incertidumbre acechando como un dragón en el armario, las criptomonedas se han encontrado una vez más en la columna perdedora. Los volúmenes de negociación son inferiores a la altura de un enano y la dirección permanece tan clara como el barro en un pantano, lo que significa que los niveles de soporte se parecen menos a tierra firme y más a arenas movedizas para los traders con picazón en el gatillo.
Como de costumbre, tratar de contrarrestar la tendencia sin un plan sólido es arriesgar más que un ladrón que intenta robar el tesoro de un dragón sin un plan de respaldo. Las confirmaciones en períodos de tiempo más bajos son como los ingredientes mágicos en una olla: son necesarios, pero no suficientes a menos que realmente veas la poción burbujear. De lo contrario, cualquier rebote alcista podría ser simplemente una ilusión fugaz, un cuento de hadas contado por traders desesperados por un final feliz.