Prometieron libertad, pero en lugar de eso dieron estafas 😡💸

Conclusiones clave

¿Qué tan grande es el problema?

Oh, sólo unos miserables 247 millones de dólares tirados por el desagüe en 2024, gracias a unas 11.000 víctimas chupadas del alma sólo en Massachusetts. Eso es casi el doble de la humillación del año pasado. ¡Bravo, capitalismo! 🎉📉

¿Cómo funcionan estas estafas?

Imagina que el abuelo está en la cárcel. O el IRS está cazando a su perro. O Elon acaba de enviarte un mensaje de texto desde el paraíso. 🐶💸 Los estafadores, esos payasos de circo modernos con máscaras digitales, se disfrazan de santos (familia, policías, ángeles con Wi-Fi) y susurran cosas dulces como: “¡Rápido! ¡Corre hacia la alcancía mágica!”. Y listo, con dinero en efectivo en la mano, se lo entrega a una fría bestia de metal que convierte los ahorros de toda su vida en polvo de Internet. ✨🚫

Las estafas en cajeros automáticos criptográficos se están extendiendo más rápido que los rumores en un dormitorio de una fábrica soviética. Massachusetts, que alguna vez estuvo orgulloso de su espíritu revolucionario, ahora lidera la carga de la tontería impulsada por las criptomonedas. Las empresas, deslumbradas por la principesca suma de 200 dólares al mes, alquilan a estos pequeños traidores como Judas con un contrato de arrendamiento. ¿Y la gente? ¡Ay, la gente! Se dedican al trabajo de su vida, creyendo que están “asegurando” su dinero. ¿Seguro? ¡Seguramente perdido! 🤡

Massachusetts ve un aumento en las estafas en cajeros automáticos criptográficos

Tomemos como ejemplo a South Hadley, una ciudad que probablemente alguna vez se enorgulleció de sus huertos de manzanos y su gente honesta. ¿Ahora? El propietario de un negocio local, llámelo Comrade Kiosk-Renter, alquiló un cajero automático criptográfico, pensando que era inofensivo. ¡Tonto! Su empleado recibió una llamada del “jefe”, que no era el jefe en absoluto, sino un fantasma digital con un presupuesto. Once mil dólares desaparecieron en el vacío. ¡Maricón! Como Trotsky de un libro de historia. 🕳️🙄

¡Y ese es sólo uno! Otro pobrecito gastó 48.000 dólares, suficiente para comprar un coche, una pequeña isla o al menos una máquina de café expreso decente. No. Todo se fue. ¿A quien? A *nadie*. A *ninguna parte*. Como lágrimas bajo la lluvia, pero menos poéticas. 🌧️😭

La jefa de policía Jennifer Gundersen se mantuvo alta y noble y declaró:

“Estamos descubriendo que son irreversibles, imposibles de rastrear y casi imposibles de investigar, pero pasamos docenas y docenas y docenas de horas [investigando]”.

¡Oh, qué ironía! Decenas de horas persiguiendo fantasmas, mientras los verdaderos criminales beben margaritas en una jurisdicción sin extradición. 🍹🌐

El sheriff del condado de Middlesex, Peter Koutoujian, dejó caer el martillo: 11.000 denuncias en 2024. 247 millones de dólares. Un aumento del 99%. No 100-no, los estafadores dejaron *uno por ciento* por esperanza. Qué generoso. 🙃

Solución ofrecida por los legisladores de Massachusetts

Y así, se reúnen los sabios de la legislatura, acariciándose las barbas. Los proyectos de ley H 1247 y S 707 emergen como profetas de las vagas promesas de *licencias*, *límites de transacciones* e *informes*. ¡Revolucionario! ¡Ahora nadie puede perder más de $1,000 a la vez! ¡Progreso! 🎉

Pero South Hadley dice: “¡Bah! Queremos una prohibición total”. Un ultimátum de 30 días: elimine los cajeros automáticos criptográficos o pague 300 dólares al día. ¡Eso es más de lo que gana la máquina! ¡Incluso los estafadores presentarán una denuncia! 📢🔥

Mientras tanto, las víctimas entran arrastrando los pies, con los ojos vidriosos y las carteras vacías. No sabían que no estaban ahorrando su dinero: lo estaban entregando a una máquina expendedora de buitres. ¿Y algunos? Algunos todavía creen que las máquinas son *dirigidas por el gobierno*. Sí, camaradas, el Estado finalmente ha proporcionado a sus ciudadanos un servicio público: ¡una manera de perderlo todo, al instante! 🏛️➡️🗑️

Anita Wilson, de la Unidad de Protección al Consumidor de la Fiscalía del Noroeste, posiblemente la única voz cuerda en este circo, murmura:

“A veces a la gente le dicen que los cajeros automáticos eran cajeros automáticos del gobierno”.

¡Imaginar! Una novela de Kafka, pero con peor wifi. 📶💀

Ahora, alrededor de una docena de estos quioscos devoradores de almas se encuentran en los condados de Hampshire y el sur de Franklin. Los dueños de negocios cobran sus migajas (alquileres, centavos de las tarifas de transacción) como campesinos que alimentan al dios máquina, ciegos ante la sangre en los engranajes. 🏦🩸

Otros países y sus esfuerzos para combatir este tipo de estafas

Incluso Australia, tierra de animales peligrosos e ideas peligrosas, ya ha tenido suficiente. AUSTRAC (sí, esa es su policía criptográfica) interviene con reglas: controles de identificación, límites de transacciones, advertencias de estafa en rojo brillante. No es poesía, pero se acerca bastante. 🛑⚠️

Quizás, sólo quizás, este sea el comienzo. Un susurro global: *Ya basta.* Quizás la innovación no tenga por qué significar explotación. Quizás la “libertad” no debería venir acompañada de la sonrisa de un estafador y la desaparición de su billetera. 🤔🌍

Hasta entonces, recuerden, camaradas: si una máquina les dice que “aseguren su dinero” introduciendo dinero en efectivo en ella -especialmente si la voz suena como la de su tío muerto- probablemente no sea una revolución. Es un robo. 🚨💸😂

2025-10-12 10:19