Reseña de 'The Duel': un aburrido bromance termina con una explosión, mientras ambos tipos sacan armas a 20 pasos

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Como observador experimentado de la naturaleza humana y conocedor de películas que ahondan en las complejidades de las relaciones, debo admitir que «El Duelo» me dejó algo decepcionado. Habiendo leído varios libros con títulos similares, esperaba una exploración más matizada de esta práctica centenaria.

Una historia disfrazada de sofisticada, pero aparentemente elaborada por hombres, titulada «El duelo», llega en un momento en que Estados Unidos está profundamente dividido y hay un debate considerable sobre el uso de armas de fuego. Esta película debutará como proyección única en Iconic Events el 31 de julio, seguida de transmisión en agosto. La producción parece nítida, pero se siente más como un estoque sin filo con mangos de corcho que como un arma poderosa. En la película, Dylan Sprouse y Callan McAuliffe interpretan a viejos amigos que intentan resolver sus desacuerdos de una manera anticuada: disparándose unos a otros con pistolas.

«Al principio, ‘El Duelo’ parecía un concepto ingenioso que me dejó cuestionando su originalidad, hasta que me encontré dudando de por qué los dos directores no lo exploraron más a fondo. Curiosamente, mi biblioteca alberga nada menos que cuatro libros titulados ‘El Duelo’. ‘ y el más corto, de Joseph Conrad, consta de 112 páginas. Sin embargo, incluso este breve trabajo contiene tramas secundarias más intrincadas y elementos atractivos en comparación con el primer largometraje de Roberts y Matthews. A pesar de tener suficiente material para un cortometraje ligeramente entretenido, la pareja creativa detrás ‘. Upgraded’ (lanzado este año) podría haberse beneficiado de una lluvia de ideas adicional sobre el concepto».

La historia, aunque ingeniosamente filmada, carece de profundidad en su guión, y gira en torno a dos personajes que deciden entablar un duelo, acción que resulta más compleja de lo que cabría esperar dado el paso del tiempo desde que Aaron Burr disparó a Alexander Hamilton. . Según el narrador Patrick Warburton, cuya ingeniosa voz se asemeja a la gentil Optimus Prime, el conflicto comenzó cuando Colin (Sprouse) le quitó a la mujer con quien Woody (McAuliffe) había planeado casarse algún día. En respuesta, Woody tomó represalias robando el preciado objeto de Colin, una tabla de surf fabricada por su difunto padre, y destruyéndolo.

Como apasionado entusiasta del cine, lo reformularía así: en lugar de enfrentarse directamente a su viejo amigo, Woody se embarca en una búsqueda para encontrar una comunidad del inframundo que pueda proporcionarle armamento antiguo y un campo de batalla adecuado. Su objetivo final es eliminar a su adversario y limpiar su propio nombre. Si las cosas hubieran sido diferentes, Woody habría estado en el altar con Abbie (Rachel Matthews, bastante olvidable), convirtiendo a Colin en su padrino. Con su amistad hecha jirones, ahora confían en Kevin (Hart Denton, algo tonto) y Sam (Denny Love, demasiado entusiasta) como respaldo, listos para estar a su lado en esta disputa formal.

Cuatro jóvenes, que recuerdan a los personajes de una película posterior de «American Pie», inesperadamente se pelean fuera de lo que inicialmente parece un bar clandestino de la era de la Prohibición. Sin embargo, este establecimiento aparentemente ordinario resulta ser un complejo emporio de duelo lleno de diversas herramientas para ajustar cuentas. El propietario, Christof (Warburton), que desaprueba su comportamiento bullicioso, sale de la tienda vestido con un chaleco de tweed, pajarita y una gorra plana vintage.

En lugar de echarse atrás debido a su preferencia por un público más sofisticado, Christof casi canceló la confrontación. Habría sido una película bastante abreviada. En cambio, describió las pautas formales para tal competencia, desde la bofetada simbólica (con un guante vacío) hasta la elección de un lugar adecuado para el enfrentamiento. Si bien muchos estadounidenses resuelven conflictos con armas de fuego, «El Duelo» -o el duelo en general- ofrece una opción más civilizada que los pases desde vehículos y la violencia sin sentido que a menudo aparece en los titulares. Un toque reflexivo en la introducción de la película es la representación de calles con nombres de personas que vivieron o murieron a causa de los disparos.

El mensaje subyacente de la película es que se podrían evitar muchas penas si estos dos hombres simplemente se sentaran y discutieran sus problemas. En cambio, deciden seguir al rico cliente de Christof, Rudolpho (Ronald Guttman), quien los invita a actuar en su finca. También les proporciona disfraces antiguos y tiempo adicional para calmarse. Mientras Colin y Woody pasean y conversan, gradualmente resuelven sus diferencias, gracias en parte a la presencia de una mujer increíblemente atractiva llamada Afrodita (María Gabriela de Faría).

En esencia, «El Duelo» carece de la intensidad dramática esperada porque ni Colin ni Woody están desarrollados como personajes completos. Si bien los directores Luke y Justin intentan transmitir un mensaje, sus intentos a menudo parecen intentos forzados de imitar los estilos de Quentin Tarantino o Martin McDonagh en lugar de mostrar talentos únicos. Las motivaciones de su duelo no logran involucrarnos emocionalmente, por lo que el final culminante parece decepcionante y desprovisto de cualquier tragedia real. Se vuelve problemático cuando la pérdida de una vida parece más derrochadora que el gasto de una bala.

2024-07-31 23:16