RESEÑA: “Frankenstein” (2025)

Como gran admirador tanto de “Frankenstein” de Mary Shelley como de Guillermo del Toro, siempre sentí que su estilo sería perfecto para esta historia. ¡Y ahora finalmente está sucediendo! Del Toro está aportando su increíble imaginación a una nueva versión del clásico y luce increíble. Ha reunido un reparto y un equipo creativo fantásticos para darnos una nueva versión de “Frankenstein” sin dejar de honrar lo que hace que el original sea tan especial y duradero.

Guillermo del Toro lleva años queriendo dirigir su propia versión de Frankenstein. Después del gran éxito de su película ganadora del Oscar Pinocho, Netflix finalmente le dio la oportunidad. Al igual que con Pinocho, del Toro se sumerge profundamente en la historia original, explorando aspectos menos conocidos del material original. Y, como era de esperar, aporta su característico estilo oscuro e imaginativo para crear una película verdaderamente única.

Guillermo del Toro comienza su película con una impresionante secuencia inicial que muestra los increíbles efectos prácticos utilizados en todo momento. La historia comienza en 1857, con un barco danés atrapado en el helado Ártico mientras intentaba llegar al Polo Norte. Una explosión a lo lejos llama la atención de la tripulación cuando cae la noche. El capitán Olsen (Lars Mikkelsen) lidera un equipo para investigar y descubre a un hombre gravemente herido. Un rugido aterrador los asusta y regresan al barco. Una vez a salvo a bordo, el capitán lleva al herido a su camarote, donde revela su identidad: Victor Frankenstein (Oscar Isaac).

Mientras una criatura aterradora (interpretada brillantemente por Jacob Elordi) causa caos entre la tripulación del barco, Víctor comienza a contarle la historia de su vida al Capitán. A través de flashbacks bellamente presentados, aprendemos sobre su difícil educación con un padre duro y controlador (Charles Dance). También revela su profundo dolor por la muerte de su madre durante el nacimiento de su hermano, William. Esta pérdida alimentó una obsesión en el joven Víctor, que lo llevó a jurar que algún día superaría la muerte misma.

En 1855, el talentoso pero arrogante Víctor se encuentra defendiendo sus experimentos para resucitar a los muertos ante un panel en el Real Colegio de Medicina de Edimburgo. Cuando revive brevemente un cadáver, los horrorizados profesores lo echan. Sin embargo, su trabajo llama la atención de Henrich Harlander (Christoph Waltz), un rico traficante de armas que le ofrece todo el dinero que necesita, empezando por una aislada torre costera para utilizarla como laboratorio. A través de la visión artística y oscura única de Guillermo del Toro, somos testigos de cómo Víctor crea con éxito su ser monstruoso y luego enfrenta las repercusiones de intentar controlar la vida y la muerte.

Lo que realmente me llamó la atención fue cómo la película cambió el guión y mostró las cosas desde el punto de vista de la criatura. La historia de Víctor trata sobre una mente brillante que se descarrila, pero ¿la de la criatura? Es simplemente desgarrador. Jacob Elordi logra perfectamente esa transformación: ves a este inocente siendo aplastado lentamente por todo lo que le sucede, convirtiéndose en alguien lleno de dolor. Guillermo del Toro es un maestro en mostrar el ego de Víctor y cuán descuidadamente actúa, pero hace lo mismo con la criatura, haciéndote realmente sentir su soledad y desesperación. La forma en que el mundo lo trata, la absoluta fealdad que enfrenta, simplemente lo desmorona, y eso es lo que finalmente lo lleva a su ira. Hace que toda la tragedia sea aún más poderosa.

Como era de esperar, “Frankenstein” es visualmente impresionante. Desde los escenarios increíblemente detallados y los hermosos paisajes hasta los trajes cuidadosamente elaborados, siempre hay algo cautivador que mirar, brillantemente capturado por el director de fotografía Dan Laustsen. El diseño de sonido es igual de impresionante y la música de Alexandre Desplat oscila perfectamente entre lo inquietante y lo profundamente emocional. La violencia es apropiadamente inquietante y se ajusta a la atmósfera oscura general que buscaba el director Guillermo del Toro.

La actuación es casi igual de fascinante. Como hemos señalado, Elordi realmente brilla en un papel inicialmente pensado para Andrew Garfield, haciéndolo completamente suyo. Isaac ofrece una actuación igualmente sólida, retratando de manera convincente a un personaje al borde del genio y la locura. Waltz es confiablemente excelente y Mia Goth es cautivadora como Elizabeth, la sobrina de Harlander. Mikkelsen encarna perfectamente al desgastado Capitán Anderson, y Felix Kammerer es confiable como William, aunque su personaje ocasionalmente se siente eclipsado por la compleja trama.

“Frankenstein” de Guillermo del Toro es una película poderosamente creativa, claramente realizada por alguien que ama la historia original. Si bien se mantiene fiel al clásico de Mary Shelley, del Toro aporta su propio estilo único a la película a través de una narración sincera y efectos visuales impresionantes. Su imaginación es evidente en cada escena detallada y encuentra compasión incluso en los momentos más inquietantes de la historia. Los fanáticos del trabajo de Del Toro apreciarán sus temas familiares de mitos y lo oscuramente fantástico.

2025-11-11 18:58