Gambito BTC de Alderney: fuertes de marea y torres Locuras de Bitcoin 🏰💸

En Bitcoin Amsterdam el 13 de noviembre, Edward Hill, de Alderney, pronunció un discurso tan grandioso que sólo podría pertenecer a una novela de Bulgakov: “¡Transformemos este pedazo de tierra en una utopía de Bitcoin, donde la energía renovable y la indulgencia regulatoria reine supremo!” Habló con la urgencia de un hombre que acababa de descubrir que las mareas de su isla podían impulsar tanto turbinas como delirios de grandeza.

Hill comenzó situando a Alderney en un enredo geopolítico que sólo un burócrata podría amar: “Somos una isla del Canal, semiindependiente, parte de la Bailía de Guernsey, a 8 millas de Francia y, sin embargo… británica. ¡Es como una muñeca rusa burocrática!”. Hizo una pausa, como si esperara que el público desentrañara la paradoja con aplausos.

¿La próxima isla Bitcoin?

¿Por qué Alderney? Porque, como declaró Hill, “¡No somos expertos en Bitcoin! Solo somos un gobierno pequeño con un gran apetito por la reinvención económica. ¡Tráenos tu sabiduría y construiremos un Edén de Bitcoin!”. Sus palabras estaban llenas del tipo de seriedad que precede a una locura catastrófica.

“Nuestra industria de los juegos electrónicos genera 84 mil millones de millones de PIB”, dijo, como si esto fuera una prueba de que las fantasías digitales pueden financiar revoluciones en el mundo real. “¡Hemos dominado la regulación en los casinos virtuales! Ahora, hagamos lo mismo con Bitcoin. Imagínese: ¡fuertes victorianos que albergan plataformas mineras! Es poético, ¿no?”

El discurso de Hill se apoyaba en el absurdo fiscal: “Sin impuesto de sociedades, sin IVA, sin impuesto a la herencia; sólo un impuesto sobre la renta del 20%. ¡Ven a vivir aquí, compra una casa y olvídate de los requisitos financieros de entrada! No estamos aquí para vigilar; ¡estamos aquí para irrumpir en la tradición!”.

¿La pieza de resistencia? Energía de marea. “¡Nuestras mareas son tan feroces que podrían alimentar mil Blockchains!” proclamó, señalando los fuertes victorianos de Alderney como un alquimista loco ofreciendo un caldero de oro. “Estos antiguos centinelas de la guerra ahora están preparados para albergar el futuro de Bitcoin. ¡Es como un cuento de hadas steampunk!”

En cuanto a la regulación, Hill prometió un “marco flexible” bajo la atenta mirada de Guernsey. “¡Bailaremos con los reguladores, torceremos las reglas y crearemos leyes favorables a Bitcoin! Pero sólo para Bitcoin. Ningún otro activo. No estamos aquí para democratizar las finanzas, ¡estamos aquí para monetizar el destino!”.

La visión de Aldeney incluye un “campus de ingeniería de investigación de Bitcoin” y un “neobanco”, al mismo tiempo que educa a los lugareños para “disipar los escépticos y los rumores”. Porque nada dice “confía en nosotros” como admitir que necesitas enseñar a tus ciudadanos qué es Bitcoin. 🙃

Uniéndose a las filas de la “Isla Blockchain” de Malta y la “Isla BTC de Boracay”, Alderney ahora afirma su propio absurdo. Mientras se ponía el sol en Bitcoin Amsterdam, la visión de Hill persistía como un sueño, donde las mareas, los impuestos y los fuertes victorianos chocan en una sinfonía de tonterías especulativas. 🌊⚡

En el momento de esta publicación, BTC cotizaba a $96,799, un precio tan elevado que solo podría ser obra de locos e isleños con aspiraciones de marea.

2025-11-14 19:35