Reseña de ‘Felices fiestas’: un dinámico drama familiar palestino que narra las vidas árabes y judías en Israel

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Reseña de 'Felices fiestas': un dinámico drama familiar palestino que narra las vidas árabes y judías en Israel

Como entusiasta del cine con un profundo aprecio por las historias que profundizan en las complejidades de las relaciones humanas y los problemas sociales, encontré «Felices vacaciones» una pieza de cine excepcional. Scandar Copti teje magistralmente un tapiz de narrativas interconectadas, cada una de las cuales revela capas de dimensiones culturales y políticas que resuenan profundamente con las realidades que enfrentan muchas personas que viven en Haifa, Israel.


Scandar Copti, un cineasta palestino, presenta «Happy Holidays», con sede en Israel, un conmovedor drama familiar que ofrece una mirada aguda a cuestiones sociales y políticas relacionadas con el género y la etnia. Similar a su drama criminal nominado al Premio de la Academia «Ajami» (codirigido con Yaron Shani), la segunda película de Copti explora una variedad de personajes, tanto árabes como judíos, para crear una imagen compleja de la vida en Haifa, la tercera ciudad más grande de Israel.

La película «Felices vacaciones» navega entre la tensión y la felicidad al retratar relaciones familiares tensas y noviazgos complejos. Copti y el director de fotografía Tim Kuhn capturan cada interacción con un estilo íntimo y portátil, haciendo que el público se sienta parte de una reunión familiar complicada. La historia gira en torno a cuatro miembros de una familia árabe, que parecen amigables en algunas escenas, pero sus secretos ocultos sugieren una cultura de secretismo, vergüenza, presión social y prejuicios generalizados.

La película comienza con la fiesta judía de Purim. Un accidente automovilístico deja a su hija adulta Frida, también conocida como «Fifi» (interpretada por Manar Shehab), con una herida menor, lo que hace que la familia se reúna. Aunque la mayoría de los eventos en la narrativa no son cuestiones de vida o muerte, la vida y el futuro de cada personaje se vuelven sorprendentemente claros y significativos, y se desarrollan por separado en distintos capítulos.

La narración comienza con el hermano mayor de Fifi, Rami (interpretado por Toufic Danial), cuando se entera de que su novia judía Shirley (Shani Dahari) ha reconsiderado su decisión anterior sobre un aborto, provocando una ruptura entre ellos. Para Shirley, que aparece de manera más destacada en un capítulo posterior, este embarazo plantea el desafío de lidiar con las preocupaciones familiares sobre el origen étnico mixto del bebé, particularmente de su hermana Miri (Merav Mamorsky). A pesar de su comportamiento amistoso, las interacciones de Miri con Rami están marcadas por una hostilidad mordaz, lo que crea un contraste incómodo.

A medida que se desarrolla la trama para Rami, las implicaciones se vuelven más nefastas, alcanzando un pico de acusaciones injustas y ataques por motivos raciales. Sin embargo, Copti se niega a limitar la caracterización de Rami únicamente como una víctima moldeada por un aspecto de la vida. La interpretación de Daniel es digna de mención, ya que muestra a un hombre que parece enojarse rápidamente, con su ira teñida de misoginia casual y cargas emocionales inmaduras. En lugar de simpatizar, lo comprendemos plenamente.

La narrativa de cada miembro de la familia se mezcla perfectamente con la siguiente. Rami oculta tanto el embarazo de Shirley como los recientes ataques contra él, mientras intenta ayudar a su padre Fouad (Imad Hourani) a superar una situación financiera que en última instancia afecta a Hanan (Wafaa Aoun), cuyo multifacético papel maternal es central en la historia. Se la retrata como una salvadora, una regañona y todo lo demás, gracias a la rica complejidad de la actuación de Aoun. Hanan está decidida a garantizar que la boda de su hija mayor Leila (Sophie Awaad) se desarrolle sin problemas, lo que la lleva a presionar a Fifi para que presente una reclamación al seguro médico tras el accidente. Esta situación introduce complejidades adicionales con respecto a la privacidad familiar y la información médica.

La historia de Fifi es notablemente cautivadora debido a su revelación gradual a lo largo de la película. Para ocultar sus antecedentes médicos, sugiere que sus registros se intercambiaron con los de otra persona, posponiendo así o tal vez impidiendo que su madre descubriera más sobre su vida universitaria. A medida que se desarrollan los acontecimientos y se aborda esta aparente confusión, Fifi también comienza a ver a Walid, un destacado médico amigo de Rami. Su relación, aunque no está claramente definida, trae alegría a la familia con su potencial. Sin embargo, las opiniones tradicionales de Walid sobre Fifí también generan conflictos.

La frase ‘Felices Fiestas’ tiene diferentes significados e interpretaciones entre hombres y mujeres árabes debido a las distintas normas sociales entre géneros y generaciones. Sin embargo, el contexto cultural más amplio de la película a veces se desvía de esta imagen patriarcal. El racismo que viven los personajes árabes es un aspecto lamentablemente frecuente de sus vidas. Aunque Copti no aborda explícitamente las instituciones militaristas que alimentan estos conflictos, el ejército israelí sirve como una sombra persistente, particularmente en escenas relacionadas con la educación.

Fifi, por ejemplo, enseña en un jardín de infancia, donde los niños son criados para adorar a los soldados de Israel, y donde debe pasar por un control de seguridad por el que los uniformados simplemente son invitados a pasar. Miri, una nacionalista acérrima, se ve obligada a lidiar con la depresión de su hija en edad de secundaria por su inminente servicio militar. Otra división generacional también se manifiesta en la forma en que los oradores invitados vestidos con uniformes de las FDI desestiman las preocupaciones de los compañeros de clase adolescentes sobre la ocupación. Este segmento, aunque breve, tiene el aire de un drama cáustico sobre la mayoría de edad en el que los padres simplemente no entienden, excepto que el conflicto central entre madre e hija es el acto de contribuir a la guerra.

En «Felices fiestas», el silencio conlleva multitud de mensajes ocultos. Desde los desacuerdos latentes entre los miembros de la familia debido a cuestiones no dichas, hasta la silenciosa conformidad que se espera durante las reuniones sociales de los árabes israelíes, la película retrata magistralmente personajes y relaciones interpersonales. Esto se logra a través de diálogos extensos y superpuestos que se vuelven más intensos a medida que se adhieren estrechamente a la dinámica de la vida real. Esencialmente, es una película sobre roles y actuaciones en múltiples dimensiones. Cada actor ofrece una actuación cautivadora, encarnando personajes que están sujetos a las expectativas sociales. La tensión surge cuando los personajes ponen a prueba estos límites tácitos, creando así el drama.

2024-09-07 13:46