Hace 7 años, Kim Kardashian gastó 1,3 millones en la fiesta navideña perfecta. Este año, ni siquiera puede conseguir que sus hijos le tomen una fotografía

Kim Kardashian compartió su intento hilarantemente identificable de hacer que North, Saint, Chicago y Psalm sonrieran para la cámara. Kim estaba vestida completamente de color marrón: un abrigo de piel que cubría lo que parecía ser un corsé de cuero, completo con mallas y sandalias hasta las rodillas, con el cabello recogido en un moño apretado y gafas de sol para completar el look. “Realmente lo intenté”, escribió en su publicación de Instagram que mostraba sus esfuerzos infructuosos:








