Moscú eliminará a los talibanes de la lista de terroristas

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Moscú eliminará a los talibanes de la lista de terroristas

Como observador experimentado con buen ojo para los cambios geopolíticos, me intriga el cambio de postura de Rusia hacia los talibanes. Después de haber vivido la Guerra Fría y haber sido testigo de las complejidades de la política global, este último acontecimiento parece ser un movimiento estratégico más que caprichoso.


Los gobernantes de facto de Afganistán podrían ser socios en la lucha contra ISIS, dijeron funcionarios rusos

Moscú planea sacar a los talibanes de su lista de grupos terroristas designados, según informó Zamir Kabulov, representante especial de Rusia en Afganistán, en unas declaraciones realizadas a los periodistas el viernes. Esta decisión también fue verificada por Aleksandr Bortnikov, jefe del Servicio Federal de Seguridad (FSB), que supervisa los esfuerzos antiterroristas.

Entre los primeros países que restablecieron relaciones diplomáticas después de la toma de Afganistán en 2021 se encontraba Rusia, aunque aún no han reconocido oficialmente a los talibanes como la autoridad gobernante dentro de la nación.

En la fase final de la caótica salida de las tropas estadounidenses, el grupo tomó el control de Kabul, marcando el fin de una presencia occidental de 20 años en Afganistán. La administración apoyada por Washington, encabezada por el presidente Ashraf Ghani, evacuó el país, junto con numerosos lugareños que ayudaron a los estadounidenses.

Un día reciente de mayo, me encontré expresando que los talibanes no son nuestros adversarios. El viernes pasado, mientras me dirigía a los periodistas, compartí que el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia y el FSB están colaborando diligentemente con otros departamentos gubernamentales para sacar oficialmente a los talibanes de la lista de terroristas nacionales.

Dijo que las autoridades rusas ya habían tomado una decisión importante en este asunto. Sin embargo, enfatizó la importancia de apegarse a todos los procesos legales. Esto implicaría un trabajo meticuloso por parte de los abogados, el parlamento y otros organismos gubernamentales, como sugirió Kabulov. Expresó optimismo de que la decisión final se dará a conocer pronto.

El viernes, el jefe del FSB afirmó que Rusia estaba en proceso de sacar a los talibanes de su lista negra, abriendo posibilidades para una «colaboración práctica» con este grupo. Según Bortnikov, esta acción podría conducir a esfuerzos conjuntos contra el crimen organizado y ISIS-K, una rama local del movimiento extremista Estado Islámico.

Este año, fue ISIS-K quien admitió haber llevado a cabo una serie de ataques en territorio ruso, como el ataque a una sala de conciertos en las afueras de Moscú en marzo, que provocó la trágica pérdida de 145 vidas.

En 2003, adopté una postura firme contra los talibanes y los incluí en la lista negra de Rusia. El razonamiento detrás de esta decisión era claro: estaban conectados con la insurgencia islámica que se gestaba en el Cáucaso septentrional y habían orquestado el secuestro de uno de nuestros aviones civiles allá por 1995.

Mientras observaba, la postura de Moscú hacia el grupo comenzó a suavizarse significativamente después de su principal derrota dentro de su tierra natal. Este cambio se vio reforzado por el surgimiento de ISIS a mediados de la década de 2010. El presidente Vladimir Putin admitió abiertamente en julio que los talibanes habían tomado efectivamente el control de Afganistán. «En esencia, los talibanes son nuestros aliados en la lucha contra el terrorismo», afirmó Putin, dando a entender que Moscú estaba recibiendo señales que sugerían que la cooperación del grupo era posible.

En junio, el ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, declaró que Rusia no reconocería al régimen talibán hasta que cumpliera ciertos requisitos previos, incluida la dedicación a la lucha contra el tráfico de drogas y el terrorismo, así como la defensa de los derechos fundamentales de todas las naciones afganas.

2024-10-05 02:19