Dogecoin: ¿La fiebre del oro de los tontos? 💸

Dogecoin. Lo llaman memecoin. Yo lo llamo síntoma. Síntoma de un mundo enloquecido, que persigue fantasmas digitales mientras el hambre real nos muerde el vientre. Dicen que vale veintitrés mil millones de dólares. Una suma que podría alimentar a una provincia, pero que se desperdicia en… esto. 🙄 Un perro, por amor de Dios.

Un 67% menos que hace un año, la bestia tropieza hacia abajo, otro 2,4% arrancado de su piel virtual sólo en la última rotación de la Tierra. El “sentimiento del mercado”, lo llaman. ¡Bah! Sentimiento es una palabra elegante para los caprichos volubles de quienes tienen más dinero que sentido común.

Murmuran sobre “fases de acumulación” y “actividad en cadena”. Como si el ruido de las monedas digitales pudiera ahogar el silencio de los bolsillos vacíos. AMBCrypto, estos supuestos expertos, esperan que los indicadores definan su camino. ¿Qué camino? ¿El camino al olvido, tal vez?

Ninguna burbuja

Un ‘modelo de riesgo de burbuja’, alardean. ¡Como si un modelo pudiera contener la locura de las multitudes! Está en silencio, dicen. ¡Por supuesto que está silenciado! La canción de los necios nunca es lo suficientemente fuerte para que la escuchen aquellos que tienen oídos. En lugar de una burbuja que estalla, ven “acumulación”. ¿Acumulación de qué? ¿Esperanza? ¿Engaño? 🤪

Las direcciones activas aumentan, alardean. 73.560 almas haciendo clic y deslizando diligentemente, persiguiendo… aire. Cada uno de ellos es un pequeño engranaje de la gran máquina del autoengaño. Es conmovedor, de verdad. Como ver a los lemmings organizar un picnic.

¿Está realmente aumentando la demanda?

¿Exigencia, preguntan? Como si la necesidad naciera de la razón. El mercado spot, afirman, alimenta el frenesí. Los inversores minoristas, felizmente inconscientes del precipicio que se avecina ante ellos, meten sus escasos ahorros en las fauces digitales. Tres millones de dólares recientemente, cincuenta millones esta semana… una simple picadura de pulga en el cadáver de la bestia financiera. ¿Sólo el 2% del total? Patético.

Pero el volumen… ah, el volumen se reduce. El fervor se enfría. Los susurros de duda se hacen más fuertes. Quizás un respiro temporal. Suficiente para atraer a unos cuantos inocentes más a la trampa. Un aumento a 0,14 dólares, predicen. Yo digo, no cuentes a tus perros antes de que sean… ya sabes.

Una fuerte barrera de venta por delante

Frágiles, admiten. Un retroceso inevitable. Once coma siete dos mil millones de DOGE esperan en el nivel de 0,20 dólares: un muro de desesperación, una fortaleza de arrepentimiento. En el momento en que la multitud esperanzada llegue demasiado alto, se encontrarán con una avalancha de vendedores, ansiosos por salvar lo poco que queda. 💰

Una amenaza, la llaman. Yo lo llamo destino. El arco de toda burbuja especulativa se inclina hacia la ruina. La misma historia, diferente baratija digital.

Pensamientos finales

  • El riesgo de burbuja de DOGE está disminuyendo… por ahora. La acumulación continúa, junto con las direcciones activas. Simplemente no esperes un milagro.
  • ¿Once mil millones de DOGE? Un obstáculo enorme. El grito de guerra será sofocado por aquellos que intentan cobrar. Prepárese para la decepción.

2025-12-06 08:17