Reseña de ‘Suburban Fury’: Sara Jane Moore, que intentó asesinar al presidente Ford, obtiene su propio documental egocéntrico y radicalmente elegante

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Reseña de 'Suburban Fury': Sara Jane Moore, que intentó asesinar al presidente Ford, obtiene su propio documental egocéntrico y radicalmente elegante

Como cinéfilo experimentado con predilección por los documentales históricos y debilidad por los personajes complejos, debo decir que «Suburban Fury» me ha dejado una gran impresión. La película profundiza magistralmente en la enigmática vida de Sara Jane Moore, una mujer que intentó asesinar al presidente Gerald R. Ford en 1975. Lo que distingue a este documental es su singular enfoque en la propia Moore, y su narrativa sin complejos teje una historia cautivadora que es tan tan complejo como inquietante.


Entré en «Suburban Fury», un documental centrado en Sara Jane Moore, quien intentó asesinar al presidente Gerald R. Ford en 1975. En ese momento, no sabía mucho sobre ella ni pensaba mucho en ese acto específico de violencia de de los años 70, que fue bastante frecuente, como el secuestro de Patty Hearst, relacionado por cierto con la historia de Moore. Moore, que aparecía como una asesina improbable, era una madre soltera de 45 años, que recordaba a Maureen Stapleton. El documental nos deja pensando en la pregunta: «¿Por qué lo hizo?» (Excluyendo la posibilidad de que una enfermedad mental pudiera haber jugado un papel importante en sus acciones). Esta pregunta fue particularmente intrigante en el caso de Moore. Sorprendentemente, «Suburban Fury» proporciona una respuesta detallada a la motivación detrás del notorio crimen de Moore.

A lo largo de toda la película, solo se entrevista a Sara Jane Moore, según un acuerdo que hizo con el cineasta Robinson Devor: él prometió no incluir a ninguna otra persona en la pantalla. Con casi 90 años, Sara Jane Moore sigue siendo una narradora atractiva, que irradia una conducta cálida y segura de sí misma que desmiente su condición de narcisista tranquila. Ella cuenta historias de su vida de tal manera que parecen frescas y espontáneas, a pesar de haberlas contado innumerables veces antes. Su memoria puede ser errática e inconsistente a veces, pero cuando declara inequívocamente que nunca estuvo loca, lo hace con una indiferencia tan aristocrática que por un momento deja a uno cuestionando la verdad de su afirmación.

¿Qué llevó a Moore a intentar asesinar al presidente Ford el 22 de septiembre de 1975, frente al hotel St. Francis de San Francisco? Para comprender plenamente este acto, debes ser consciente de su extraordinario pasado, una historia que se desarrolla en la película, presentada de manera no lineal, como si fuera un misterioso e intrincado rompecabezas de un thriller de espionaje.

En este relato, nos adentramos en la vida de Gloria Moore, nacida en Charleston, Virginia Occidental, en 1930, quien a menudo afirmaba, de forma inexacta, ser una aristócrata sureña. Estuvo casada y divorciada cinco veces, dos de ellas con el mismo hombre, y tuvo cuatro hijos, a la mayoría de los cuales dejó atrás. Su vida dio un giro cuando se mudó a Danville, California, a sólo 40 minutos de San Francisco, donde se involucró profundamente en el caso de secuestro de Patty Hearst.

El deseo de Moore de asesinar a Ford surgió durante la desilusionada y volátil década de 1970, un período posterior al Watergate, Vietnam y el movimiento contracultural. La atmósfera estaba llena de desesperación, ira y cinismo, como una niebla lúgubre que lo cubría todo. He aquí su razonamiento: cuando Ford asumió el cargo después de la renuncia de Nixon, eligió al gobernador de Nueva York, Nelson Rockefeller, como su vicepresidente. Esta fue la primera vez que tuvimos un presidente y un vicepresidente no electos en la historia de Estados Unidos. Rockefeller simbolizaba el rico establishment WASP, y su manejo del levantamiento de la prisión de Attica en 1971 fue desastroso.

A lo largo de su recorrido, el documental revela la compleja red de conflictos que rodearon a Sara Jane Moore. A los 19 años, en 1950, experimentó un episodio repentino de pérdida de memoria fuera de la Casa Blanca, lo cual es intrigante porque parece más indicativo de su capacidad para fabricar identidades que de sufrir problemas genuinos de memoria, ya que parecía deshacerse de personalidades como una serpiente. su piel. Cuando tenía veinte años, estudió actuación con Lee Strasberg y hay imágenes de ella con un atuendo elegante, lo que sugiere la elegancia y el potencial de éxito que uno podría esperar en Hollywood. Sorprendentemente, a pesar de su radicalización ideológica, siguió igualmente dedicada a su trabajo en el FBI, escribiendo informes detallados a diario, como un personaje dividido entre dos ideologías diametralmente opuestas, que recuerdan a la personalidad dividida psicótica de Lee Harvey Oswald, aunque este paralelo no se establece explícitamente en el película.

Después de agregar algunos desastres inesperados a la historia, dos eventos importantes ocurrieron cerca del intento de asesinato del presidente Ford por parte de Moore. Patty Hearst, que desempeñó un papel crucial en la transformación de Moore, fue arrestada el 14 de septiembre de 1975, sólo cuatro días antes del acto de Moore. De manera similar, Lynette «Squeaky» Fromme, una ex seguidora de Charles Manson que también intentó asesinar al presidente Ford, llevó a cabo su crimen sólo 17 días antes del intento de Moore. No se sugiere explícitamente en la película, pero es tentador especular que Moore pudo haber sido influenciado por estos eventos, lo que podría convertir su acción en un crimen de imitación.

En las imágenes antiguas y las entrevistas del período que rodeó el intento de asesinato, noté que Sara Jane Moore mantiene un comportamiento aristocrático e impenitente. El entorno único de «Suburban Fury», donde es entrevistada en escenarios irónicos de la época, como una camioneta de los años 70, le da un aire de personalidad performativa y atemporal, alguien que buscaba ser el centro de atención incluso en medio de las sombras. Sin embargo, lo que me intrigó de «Suburban Fury» fue su estrecha perspectiva centrada en la justificación de Moore para sus acciones, que, a veces, parecía rayar en simpatizar con su defensa de intentar matar al presidente como catalizador de la justicia social. Sin embargo, se podría argumentar que esta simpatía podría ser simplemente un vistazo a la locura desde dentro.

2024-10-15 05:46