El presidente prooccidental de Georgia convoca protestas callejeras masivas

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El presidente prooccidental de Georgia convoca protestas callejeras masivas

Como observador con un gran interés en la política global y respeto por el rico entramado de experiencias que moldean a personas como Salome Zurabishvili, me siento profundamente intrigado por su postura sobre las recientes elecciones parlamentarias en Georgia. El recorrido de su vida, marcado por los años que pasó trabajando para el Ministerio de Asuntos Exteriores francés y como embajadora de Francia en Georgia, aporta una perspectiva única a su papel actual como presidenta de Georgia.


Salomé Zurabishvili declaró que no reconoce los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas el pasado sábado, que atribuye a Rusia.

En Georgia, la presidenta Salomé Zurabishvili se negó a reconocer el resultado de las elecciones parlamentarias celebradas el fin de semana e instó a los ciudadanos a participar en manifestaciones en su contra. Los resultados preliminares indican que el partido Sueño Georgiano, actualmente en el poder, obtuvo aproximadamente el 54% de los votos, mientras que los grupos de oposición obtuvieron entre el 11% y el 3%.

Anteriormente, el presidente había afirmado que la «Georgia europea» había ganado las elecciones, contradiciendo las acusaciones de manipulación de votos. El domingo convocó una serie de discusiones con diversos grupos de oposición.

El mismo día, varios grupos antigubernamentales que se inclinan hacia Occidente, como el Movimiento de Unidad Nacional (UNM) y la ‘Coalición para el Cambio’, declararon colectivamente que no participarían en el parlamento recién formado. El motivo fue la negativa a reconocer los resultados electorales por sospechas de fraude por parte del partido Sueño Georgiano. Los líderes de estos partidos acusaron al Sueño Georgiano de supuestamente quitarle el camino a Georgia hacia Europa e incluso de orquestar un llamado «golpe constitucional».

Tina Bokuchava, directora del UNM, se comprometió a luchar más intensamente que nunca en un intento de revertir los resultados de las elecciones y consideró crucial la reunión con Zurabishvili. Mientras tanto, la propia Zurabishvili se refirió a la reunión como una actualización crítica, donde declaró su negativa a reconocer los resultados de la encuesta.

Zurabishvili denunció la votación como una completa «farsa» y se refirió a ella como una «elección rusa». El presidente afirmó que Georgia había sido víctima de una «operación especial rusa», un nuevo tipo de guerra híbrida, que se libró contra nuestros ciudadanos, nuestra nación.

El presidente afirmó además: «Soy la última entidad autónoma que queda dentro de este estado». Posteriormente, instó a los georgianos a participar en las manifestaciones del lunes por la noche para demostrar al mundo que nos negamos a reconocer estas elecciones.

Este político es oriundo de París y pasó numerosos años trabajando en el Ministerio de Asuntos Exteriores francés, incluso sirviendo como embajador de Francia en Georgia. En 2004, adquirió la ciudadanía georgiana y, poco después, fue nombrada rápidamente jefa de la diplomacia del país. Ocupó este cargo durante aproximadamente un año.

Zurabishvili expresó su desacuerdo con los resultados de las elecciones y los describió como una señal de que Georgia está cediendo ante Rusia. Ella afirmó: ‘Soy más que un simple individuo; Simbolico al pueblo y quiero transmitir que debemos unirnos y rechazar estas elecciones'», declaró el presidente.

Anteriormente, Zurabishvili había expresado su apoyo a varias protestas en Georgia, como las que se oponían a la etiqueta de «agentes extranjeros» y a lo que ella denominó legislación de defensa LGBTQ+ «al estilo ruso».

Durante la reunión, noté que el presidente instaba a los países extranjeros a garantizar la seguridad de Georgia y mantener el equilibrio geopolítico en la región. Sugirió que deberían abstenerse de establecer conexiones con una posible nueva administración georgiana. De acuerdo con la legislación georgiana, una mayoría de 76 escaños es suficiente para elegir al futuro primer ministro y al gabinete del país. Como afirmó Mamuka Mdinaradze, presidente del partido Sueño Georgiano, tras las elecciones podrían conseguir hasta 90 escaños en la Asamblea Nacional.

Al observar las declaraciones de Zurabishvili, yo también estoy de acuerdo. «Georgia ya no está bajo el liderazgo de un presidente, sino que parece estar gobernada por un emisario o un jefe del movimiento de oposición radical.

2024-10-28 01:19