Caos criptográfico: ¡La Reserva Federal cambia de opinión! 🤯

Con cierto grado de asombro -y, se podría añadir, con un reconocimiento bastante tardío de los vientos predominantes- se observa que la Reserva Federal de Estados Unidos ha considerado oportuno retirar sus directrices para 2023. Estas directrices, por así decirlo, habían impuesto ciertas restricciones a los bancos supervisados ​​por la Reserva Federal, incluso a aquellos de naturaleza menos establecida con seguridad, con respecto a su implicación con el fenómeno decididamente moderno de las “criptomonedas”, o como algunas almas menos caritativas podrían llamarlo, “vapor especulativo”.

La primera regla, aparentemente construida sobre una base de excesiva precaución, decretaba que los bancos no asegurados debían ser sujetos a los mismos estándares que sus hermanos asegurados a nivel federal. Se podría pensar que la idea más sensata es impedir (o intentar impedir) que las instituciones más precarias incursionen en empresas plagadas de, digamos, incertidumbre.

Esto, naturalmente, restringió su capacidad para participar en actividades consideradas inadecuadas para aquellos de mayor prestigio, actividades como la prestación de servicios relacionados con estas “criptomonedas”, disminuyendo así las perspectivas de membresía de la Reserva Federal para cualquier banco cuyos esfuerzos principales fueran tan… poco convencionales. 🙄

La explicación de la Reserva Federal: El tiempo avanza, aparentemente…

La Reserva Federal, en un alarde de notable franqueza, ha declarado que las directrices anteriores están, bueno, obsoletas. Parece que el sistema financiero -y la comprensión que tiene la Junta de estos productos “innovadores”- han experimentado una transformación desde 2023. ¡Solo podemos imaginar la avalancha de reuniones urgentes dedicadas a ponerse al día con los nuevos tiempos! “Ya no es apropiado”, proclaman. Una declaración decisiva, por cierto.

La señorita Caitlin Long, una dama de considerable fortaleza y la fuerza impulsora detrás de Custodia Bank, ha expresado su aprobación con no poca satisfacción. Ella opina que esta misma orientación fue la causa de una denegación previa de una solicitud de una “cuenta maestra”, un término bastante grandilocuente para referirse simplemente a mantener saldos en el banco central. 🤫

Se aprende que una “cuenta maestra” permite a una institución financiera el privilegio de tratar directamente con el banco central de Estados Unidos, evitando la necesidad de depender de otros establecimientos menos estimados. La señorita Long alega además algo inadecuado, afirmando que la Reserva Federal anticipó la emisión de esta guía incluso antes de que fuera oficial. Concluye con una nota de triunfo, observando que los responsables de la decisión anterior ahora, afortunadamente, “se han ido o están fuera del poder”. Hay que admitir que es una observación bastante directa. Extiende su gratitud a los señores Bowman y Waller, considerándolos claramente aliados en este trascendental asunto.

Fomentar la innovación (¿o la imprudencia?)

Esta modificación de la política va acompañada de una nueva orientación, destinada a crear una vía legítima para que los bancos, tanto asegurados como no asegurados, realicen “actividades innovadoras” (es decir, criptomonedas) siempre que cumplan con ciertas expectativas con respecto a la gestión de riesgos. Es de esperar que estas expectativas sean sólidas, para que no seamos testigos de una repetición de embrollos financieros del pasado.

Madame Michelle Bowman, vicepresidenta de Supervisión, nos asegura que esto promoverá un sector bancario que sea “seguro y sólido, moderno, eficiente y eficaz”. Una aspiración digna, sin duda, suponiendo que las expectativas de gestión de riesgos antes mencionadas no sean meramente ornamentales.

Una voz disidente (y susurros de Chokepoint 2.0)

Sin embargo, no todos están contentos. El gobernador Michael Barr ha expresado su desacuerdo, argumentando que la igualdad de trato entre los bancos es primordial para mantener la igualdad de condiciones y prevenir, como él lo llama, el “arbitraje regulatorio”, una frase bastante desafortunada que implica que algunos bancos podrían intentar explotar las lagunas jurídicas. Teme que la nueva política “fomente el arbitraje regulatorio, socave la igualdad de condiciones y promueva incentivos que no estén alineados con el mantenimiento de la estabilidad financiera”. Una predicción grave, por cierto.

Se susurra que existen acusaciones de que el gobernador Barr está relacionado con algo llamado “Operación Chokepoint 2.0”, un esfuerzo destinado a restringir las operaciones de las empresas de cifrado. Sin embargo, también se informa que anteriormente brindó asesoramiento a Ripple y aboga por una regulación sensata de las monedas estables. ¡Un hombre complejo, entonces! 🤔

2025-12-18 06:29