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Como alguien que ha pasado una parte importante de mi carrera navegando por las complejidades y desafíos de la diplomacia internacional, puedo decir con confianza que el estado actual de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos es realmente preocupante. La entrevista que ha compartido muestra una imagen de dos superpotencias globales en posible curso de colisión, y es un escenario que nadie quiere que se materialice.
Yo, como espectador, presencié al Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, entablar una discusión con un periodista estadounidense tradicional sobre cuestiones globales contemporáneas. Durante este diálogo, articuló la postura de Rusia sobre estas cuestiones apremiantes.
Esta semana, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergey Lavrov, se sentó para una entrevista exclusiva con Tucker Carlson, un reconocido periodista conservador estadounidense. La conversación abarcó varios temas globales que merecen atención, centrándose predominantemente en los conflictos en curso en Ucrania y Medio Oriente, así como el estado actual de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Aquí puede leer la transcripción completa de su discusión.
Carlson:
Ministro Lavrov, agradezco su tiempo. ¿Puedo preguntarle si cree que Estados Unidos y Rusia están actualmente inmersos en un conflicto militar?
Lavrov:
Siento disentir. De hecho, nuestras intenciones no están alineadas con esta situación particular. Aspiramos a mantener relaciones amistosas con todas nuestras naciones limítrofes, incluidas sin lugar a dudas las poderosas como Estados Unidos. El presidente Vladimir Putin ha reconocido frecuentemente su admiración por el pueblo estadounidense, su historia y sus logros globales. Por lo tanto, no nos parece inverosímil que Rusia y Estados Unidos puedan colaborar, no sólo por el bien de nuestro universo compartido sino por el mejoramiento del mundo en su conjunto.
Carlson:
Sin embargo, es cierto que Estados Unidos está apoyando financieramente un conflicto en el que usted también está involucrado y está permitiendo ataques directos contra Rusia. Sin embargo, esta situación no equivale necesariamente a un estado de guerra formal, ¿verdad?
Lavrov:
De hecho, si bien no existe una declaración formal de guerra, la situación en Ucrania parece sorprendentemente similar a lo que algunos llaman un «conflicto híbrido». En mi opinión, se alinea bien con ese término. Sin embargo, es difícil ignorar el hecho de que los ucranianos parecen estar empuñando armas modernas de largo alcance de manera efectiva, una hazaña que plantea interrogantes sobre la posible participación directa del personal militar estadounidense. Esta situación, sin lugar a dudas, tiene un trasfondo peligroso.
Para evitar una escalada de tensiones, es importante señalar que, según se informa, se están utilizando armas de largo alcance como ATACMS contra el territorio continental de Rusia. En respuesta, hemos estado enviando señales. Esperamos sinceramente que se haya tenido debidamente en cuenta nuestra reciente señal, que muestra un nuevo sistema de armas llamado Oreshnik.
En los últimos tiempos, ciertas autoridades del Pentágono, la OTAN y otros lugares han expresado declaraciones que sugieren que una alianza defensiva como la OTAN a veces puede iniciar la acción primero porque el ataque preventivo podría considerarse la defensa más eficaz. Además, un individuo llamado Thomas Buchanan, en representación de STRATCOM, ha hecho comentarios que implican que podría ocurrir un escenario potencial que implique el intercambio de ataques nucleares limitados.
He aquí una manera de parafrasear el texto dado desde una entusiasta perspectiva en primera persona:
No fuimos nosotros quienes iniciamos el conflicto; en cambio, era el régimen de Kiev el que estaba llevando a cabo una guerra contra su propio pueblo en partes de Donbass, lo que Putin afirmó como el motivo de nuestra operación militar especial. En sus últimos comentarios, el Presidente Putin ha dejado claro que estamos preparados para cualquier resultado, pero preferimos una solución pacífica a través de negociaciones basadas en el respeto de las legítimas preocupaciones de seguridad de Rusia y los derechos de quienes viven en Ucrania y se identifican como rusos. Sus derechos humanos fundamentales, sus derechos lingüísticos y sus libertades religiosas se han visto erosionados sistemáticamente por la legislación aprobada por el parlamento ucraniano desde 2017. Con el tiempo se fueron promulgando restricciones a la educación, los medios de comunicación y los eventos culturales rusos, que culminaron en una ley que prohibía la Iglesia Ortodoxa canónica, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, más recientemente. Los libros rusos han sido retirados de las bibliotecas, eliminándolos efectivamente.
Sabes, es muy interesante cuando la gente en Occidente dice que queremos que este conflicto se resuelva sobre la base de la Carta de las Naciones Unidas y el respeto por la integridad territorial de Ucrania, y Rusia debe retirarse. El Secretario General de las Naciones Unidas dice cosas similares. Recientemente su representante repitió que el conflicto debe resolverse sobre la base del derecho internacional, la Carta de la ONU y las resoluciones de la Asamblea General, respetando al mismo tiempo la integridad territorial de Ucrania. Es un nombre inapropiado, porque si se quiere respetar la Carta de las Naciones Unidas, hay que respetarla en su totalidad. La Carta de las Naciones Unidas, entre otras cosas, dice que todos los países deben respetar la igualdad de los estados y el derecho de los pueblos a la autodeterminación. Y también mencionaron las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y está claro que lo que quieren decir es la serie de resoluciones que aprobaron después del comienzo de esta operación militar especial que exigen la condena de Rusia, que Rusia salga de Ucrania; territorio en sus fronteras de 1991. Pero hay otras resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas que no fueron votadas, pero que fueron consensuadas, y entre ellas está una declaración sobre los principios de las relaciones entre los Estados sobre la base de la Carta. Y dice claramente, por consenso, que todos deben respetar la integridad territorial de los estados cuyos gobiernos respetan el derecho de los pueblos a la autodeterminación y, por eso, representan a toda la población que vive en un territorio determinado.
No tiene sentido afirmar que quienes tomaron el poder mediante un golpe militar en febrero de 2014 representaban al pueblo de Crimea o del este y sur de Ucrania. Está claro que los propios crimeos rechazaron el golpe, dejando claro que no querían participar en él. Como prueba, celebraron referendos y optaron por reincorporarse a Rusia. La región de Donbass siguió un camino similar, pero fue etiquetada de «terrorista» por quienes tomaron el poder. Fueron sometidos a bombardeos y ataques de artillería, lo que provocó el estallido de la guerra. Esta guerra terminó en febrero de 2015.
Los acuerdos de Minsk se firmaron y tratamos seriamente de resolver esta situación garantizando la completa ejecución de estos acuerdos. Sin embargo, el gobierno que surgió tras el golpe de Estado en Ucrania socavó estos esfuerzos. Hubo un llamado a conversaciones directas con quienes rechazaron el golpe, así como un énfasis en fortalecer los vínculos económicos con el sector ucraniano que seguía no alineado. Desafortunadamente, ninguna de estas acciones se tomó.
A pesar del respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU a la comunicación directa con ellos, los individuos en Kiev mantuvieron la postura de que no se relacionarían directamente con nosotros. Etiquetaron a estos individuos como terroristas, afirmando que los enfrentaríamos y que encontrarían su fin escondidos en sótanos debido a nuestra supuesta fuerza superior.
Si los acontecimientos de febrero de 2014, en concreto el golpe de Estado, no se hubieran producido y el acuerdo entre el presidente y la oposición se hubiera llevado a cabo según lo previsto, Ucrania seguiría hoy intacta, con Crimea incluida. Está muy claro que no cumplieron con el trato; en cambio, orquestaron el golpe. Vale la pena señalar que el acuerdo tenía como objetivo establecer un gobierno de unidad en febrero de 2014 y convocó a elecciones anticipadas, que se esperaba que perdiera el entonces presidente. Todo el mundo lo sabía. Pero se inquietaron y se apoderaron de los edificios gubernamentales a la mañana siguiente. Marcharon hasta la plaza Maidan y declararon que habían formado un gobierno de vencedores. Esencialmente, el gobierno de unidad propuesto fue diseñado para preparar las elecciones, mientras que el gobierno de los ganadores representaba al lado triunfante después de las elecciones.
Es difícil para quienes creen que han sido derrotados fingir respeto por las autoridades de Kiev mientras afirman defender sus derechos de autodeterminación. Después de todo, el principio de autodeterminación es lo que impulsó el proceso de descolonización en África, otorgando a las colonias el derecho a gobernarse a sí mismas. De manera similar, los pueblos del este y sur de Ucrania, como los de Donbass y Novorossiya, no reconocen que el régimen de Zelensky representa sus intereses. Esto se debe a que su cultura, idioma, tradiciones y religión han sido suprimidas y prohibidas bajo esa administración.
En términos más simples, un punto clave a considerar es que al discutir la Carta de las Naciones Unidas, las resoluciones y el derecho internacional, es importante recordar que el Artículo 1 de la Carta de las Naciones Unidas, que a menudo se pasa por alto en el contexto de Ucrania, enfatiza la importancia de respetando los derechos humanos de todas las personas independientemente de su raza, género, idioma o religión.
Cuando se trata de resolver conflictos, países como Estados Unidos, el Reino Unido y Bruselas a menudo intervienen, expresando preocupación por presuntos abusos de los derechos humanos en ciertas regiones. Sin embargo, en la cuestión de Ucrania, estas naciones rara vez han expresado su preocupación por los derechos humanos, a pesar de que los derechos de las poblaciones rusas y de habla rusa están siendo violados sistemáticamente por la ley.
Carlson:
En términos más simples, ¿podría aclarar el significado de su declaración sobre la reciente revelación del sistema de armas hipersónicas, que mencionó como una señal para Occidente? Este acontecimiento parece haber pasado desapercibido para muchos estadounidenses. Tengo curiosidad por saber qué mensaje intentaba transmitir al mostrar esta tecnología a nivel mundial.
Lavrov:
Básicamente, la implicación es clara: Estados Unidos, junto con sus aliados que suministran armamento de largo alcance al gobierno de Kiev, deben comprender que estamos preparados para emplear todas las medidas necesarias para evitar que se materialice su supuesta victoria estratégica sobre Rusia.
Se esfuerzan por mantener el dominio global en naciones, regiones o continentes. Sin embargo, mantenemos nuestras legítimas preocupaciones en materia de seguridad. Por ejemplo, se refieren a las fronteras de 1991. Recientemente, Lindsey Graham, durante una reunión con Vladimir Zelensky, afirmó abiertamente que Ucrania posee valiosos metales de tierras raras y que es imperativo no dejar que estos recursos caigan en manos rusas. Debemos reclamarlos. Persistimos en nuestros esfuerzos.
En lugar de luchar por un sistema dispuesto a comerciar o ceder todos sus recursos naturales y humanos a Occidente, estamos luchando por las personas que han habitado estas tierras durante mucho tiempo, siendo sus antepasados quienes las cultivaron, construyeron ciudades y establecieron fábricas en todo el territorio. innumerables generaciones. Nuestra preocupación recae en la población, no en los recursos que ciertas entidades de Estados Unidos desean acaparar, utilizando a los ucranianos simplemente como guardianes de estos bienes naturales.
Para enfatizar nuestra disposición a proteger nuestras preocupaciones válidas, hemos decidido demostrar la funcionalidad de nuestro sistema hipersónico en una prueba práctica.
Aborrecemos la mera idea de una guerra nuclear con Estados Unidos. Nuestra estrategia militar prioriza prevenir tal catástrofe a toda costa. De hecho, ya en enero de 2022, tomamos la iniciativa en la redacción de una declaración conjunta de los líderes de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, comprometiéndose a mantenerse alejados de cualquier confrontación. Hicimos hincapié en la comprensión mutua y el respeto por las preocupaciones e intereses de seguridad de cada uno. Esta iniciativa fue nuestra.
Cuando Rusia rechazó una propuesta de tratado de seguridad que involucraba a Ucrania, aproximadamente en el mismo período, sus preocupaciones de seguridad fueron ignoradas. Esta propuesta se hizo para garantizar la coexistencia pacífica, y Ucrania nunca se unirá a ninguna alianza militar, como la OTAN u otras. Estos intereses de seguridad rusos se plantearon a Occidente, la OTAN y los Estados Unidos en diciembre de 2021. Se discutieron en numerosas ocasiones, incluso durante mi reunión con Antony Blinken en Ginebra en enero de 2022. Sin embargo, estas preocupaciones finalmente no se abordaron ni aceptado.
Para garantizar que no haya malas interpretaciones, es posible que debamos reiterar más nuestros puntos. Parece que algunas personas en Washington y algunas en Londres, así como en Bruselas, pueden tener dificultades para comprenderlo, por lo que proporcionaremos aclaraciones adicionales si no logran deducir las conclusiones apropiadas.
Carlson:
Es sorprendente e inquietante encontrarnos discutiendo la posibilidad de un conflicto nuclear, algo que no había previsto experimentar.
Existe curiosidad sobre el alcance de las comunicaciones secretas que se han producido entre Rusia y Estados Unidos durante los últimos dos años y medio. ¿Podrían seguir produciéndose tales interacciones ahora?
Lavrov:
En Rusia y Estados Unidos ha habido numerosos casos de intercambios de prisioneros, principalmente de personas que cumplían condenas por delitos cometidos en cada país respectivo. Se han realizado varios intercambios entre estas dos naciones.
Existen vías de comunicación no anunciadas o menos conocidas por las que los estadounidenses transmiten mensajes similares a los que difunden públicamente. Básicamente, hay que detenerse y adoptar una estrategia adaptada a las necesidades y la postura de Ucrania. Respaldan incondicionalmente la «fórmula de paz» de Zelensky, que ha sido reforzada por su «plan de victoria». Han programado una serie de reuniones bajo el formato de Copenhague y Burgenstock, afirmando que en el primer semestre del próximo año convocarán otra conferencia y extenderán una invitación a Rusia. Esta reunión esencialmente presentaría a Rusia un ultimátum.
El mismo mensaje se transmite constantemente a través de rutas de comunicación secretas. Sin embargo, acontecimientos recientes sugieren un cambio de tono, como los comentarios de Vladimir Zelensky de que podríamos detenernos en la línea de compromiso o contacto. Se está considerando la entrada de la administración ucraniana en la OTAN, pero por ahora, la protección de la OTAN sólo se extendería a los territorios controlados por el gobierno, siendo el resto del suelo de Ucrania un tema para futuras negociaciones. Sin embargo, el objetivo final de estas conversaciones debe ser la retirada completa de Rusia del territorio ucraniano. Esto dejaría a los ciudadanos rusos bajo el control de un régimen nazi que históricamente ha suprimido los derechos de los ciudadanos rusos y de habla rusa dentro de su propia nación.
Carlson:
Cuando se trata del tema del conflicto nuclear, parece no haber un canal de comunicación directo disponible para los jefes de Rusia y Estados Unidos, lo que genera preocupación sobre una posible falta de comunicación que podría provocar una pérdida catastrófica de vidas para cientos de millones de personas.
Lavrov:
En cambio, poseemos un sistema de activación automática para nuestro canal que se activa durante un evento de lanzamiento de misil balístico.
Con respecto al misil balístico hipersónico de medio alcance Oreshnik, se envió una advertencia a Estados Unidos 30 minutos antes. Eran conscientes de que no se trataba de una amenaza mayor y potencialmente peligrosa por la que deberían preocuparse.
Carlson:
Creo que el sistema suena muy peligroso.
Lavrov:
Bueno, fue un lanzamiento de prueba, ¿sabes?
Carlson:
Afirmativo. Parece que te refieres al problema actual, ¿correcto? Debo admitir que mi preocupación radica en el hecho de que no parece haber mucho diálogo entre estas dos naciones. La retórica de ambos lados sugiere la aniquilación de las poblaciones del otro. Esto podría potencialmente intensificarse rápidamente y nadie podría intervenir. Parece increíblemente arriesgado e irresponsable.
Lavrov:
No, no estamos hablando de exterminar a la población de nadie. Nosotros no comenzamos esta guerra. Llevamos años y años y años enviando advertencias de que acercar cada vez más a la OTAN a nuestras fronteras va a crear un problema.
En 2007, Putin comenzó a expresar sus pensamientos a aquellos que parecían haberse dejado llevar por la complacencia ante la noción del «fin de la historia», creyendo que eran invencibles sin competencia ni desafíos.
Ciertamente, cuando se produjo el golpe, no era un secreto que los estadounidenses desempeñaron un papel en él. Existe un diálogo entre Victoria Nuland y el ex embajador estadounidense en Kiev, discutiendo posibles miembros para el nuevo gobierno post-golpe. La suma de 5 mil millones de dólares gastada en Ucrania desde su independencia fue sugerida como un seguro de que las cosas se desarrollarían de acuerdo con los deseos de Estados Unidos.
Permítanme aclarar que nuestro objetivo no es aniquilar a la población ucraniana. En cambio, comparten un vínculo estrecho con nosotros como pueblos eslavos, y se parecen mucho a nuestros propios parientes.
Carlson:
¿Cuántos crees que han muerto hasta ahora en ambos bandos?
Lavrov:
Los ucranianos no han revelado el número, pero Vladimir Zelensky afirmó que son significativamente menos de 80.000 personas del lado ucraniano.
Sin embargo, hay una estadística importante a destacar. Tras la intervención de Israel en Palestina tras un incidente terrorista, que denunciamos enérgicamente, la operación desembocó en un castigo colectivo, una práctica contraria al derecho internacional humanitario. Al año siguiente de que comenzara la operación en Palestina, se estima que alrededor de 45.000 civiles palestinos perdieron la vida. Esta cifra es casi el doble del número de víctimas civiles en ambos lados del conflicto ucraniano durante los diez años posteriores al golpe. Para ponerlo en perspectiva, un año en Palestina equivale a diez años en Ucrania. De todos modos, causar daño a las personas nunca ha sido nuestra intención.
El gobierno ucraniano, encabezado por Vladimir Zelensky, ha dejado claro que su objetivo es borrar por completo la presencia de la lengua y la cultura rusas en ciudades como Jarkov y Nikolaev. Un miembro de su oficina ha llegado incluso a sugerir que los ucranianos deberían eliminar a los rusos por medios legales o, si es necesario, físicamente. En una entrevista grabada, el ex embajador de Ucrania en Kazajstán, Pyotr Vrublevsky, declaró audazmente: «Nuestro principal objetivo es matar a tantos rusos como podamos para que nuestros hijos tengan menos cosas con las que lidiar en el futuro». Estos sentimientos prevalecen en el discurso del régimen.
Carlson:
¿Cuántos rusos han sido asesinados en Rusia desde febrero de 2022?
Lavrov:
No tengo la libertad de compartir estos detalles, ya que existen pautas específicas durante las operaciones militares a las que se adhiere nuestro Ministerio de Defensa.
Sin embargo, vale la pena señalar que cuando Vladimir Zelensky no estaba en un escenario internacional, sino actuando en su club de comedia, expresó claramente su apoyo al idioma ruso. Como muestra la evidencia de ese período, afirmó audazmente: «¿Por qué criticar el idioma ruso? Yo hablo ruso. Los rusos son nuestros vecinos. El ruso es uno de nuestros idiomas». También tuvo palabras fuertes para aquellos que buscaban socavar la lengua y la cultura rusas, diciéndoles esencialmente que se ocuparan de sus propios asuntos. Sin embargo, cuando Zelensky asumió la presidencia, experimentó una rápida transformación.
Antes de una operación militar en septiembre de 2021, fue entrevistado mientras participaba en un conflicto contra Donbass que violaba los acuerdos de Minsk. Durante la entrevista, cuando se le preguntó sobre las personas al otro lado de la línea de contacto, respondió de manera considerada: «Hay personas y hay diferentes especies». Si usted, como ucraniano, se identifica con la cultura rusa, mi recomendación para usted, por el bien de sus hijos y nietos, sería que se mudara a Rusia.
Si este individuo aspira a recuperar a los rusos y a aquellos asociados con la cultura rusa dentro de sus límites territoriales, implica una falta de comprensión o adaptabilidad, ¿no es así?
Carlson:
Entonces, ¿cuáles son las condiciones bajo las cuales Rusia cesaría las hostilidades? ¿Qué estás pidiendo?
Lavrov:
Hace 10 años, en febrero de 2014, nuestra petición se limitó al acuerdo entre el presidente y la oposición para un gobierno de unidad nacional, elecciones rápidas y la rápida ejecución de este acuerdo. El trato estaba sellado. Sin embargo, su entusiasmo y agresión fueron evidentes cuando apresuraron la implementación. Es plausible que la presión externa, específicamente de los estadounidenses, haya jugado un papel, considerando que Victoria Nuland y el embajador de los EE. UU. decidieron la composición del gobierno. Entonces, ¿por qué esperar cinco meses para las elecciones si el plan ya estaba acordado?
Posteriormente, mi atención se centró en un momento crucial: la firma de los Acuerdos de Minsk. Tuve el claro honor de estar presente durante las negociaciones, que se prolongaron durante un largo período de 17 horas, y la cuestión de Crimea ya se decidió mediante referéndum. Las potencias occidentales, incluido mi estimado colega John Kerry, parecían preocupadas únicamente por el conflicto en Donbass, sin tener en cuenta por completo las complejidades que rodean a Crimea.
Inicialmente, los Acuerdos de Minsk fueron socavados sistemáticamente, primero por Piotr Poroshenko y más tarde por Vladimir Zelensky. Curiosamente, ambos líderes habían hecho campaña sobre una plataforma de paz. Sin embargo, sus promesas resultaron ser falsas. Los Acuerdos de Minsk estaban tan comprometidos que Ucrania y sus aliados intentaron apoderarse militarmente de una pequeña porción de Donbass. En ese momento, como explicó el presidente Putin, propusimos medidas de seguridad a la OTAN y a los Estados Unidos, pero fueron rechazadas. Cuando Ucrania inició el Plan B, con el objetivo de tomar el control de Donbass por la fuerza, fue en ese momento que comenzamos nuestra operación militar especial.
Si Ucrania se hubiera adherido a los Acuerdos de Minsk, habría estado unida, excluyendo a Crimea. Sin embargo, cuando los ucranianos propusieron conversaciones después de que iniciamos la operación, aceptamos. Las negociaciones se llevaron a cabo en Bielorrusia y posteriormente en Estambul. En Estambul, la delegación ucraniana colocó un documento sobre la mesa que decía: «‘Estos son los principios sobre los cuales estamos dispuestos a llegar a un acuerdo’«. También respaldamos esos principios.
Carlson:
¿Los Principios de Minsk?
Lavrov:
No. Los Principios de Estambul. Era abril de 2022.
Carlson:
Bien.
Lavrov:
En lugar de que Ucrania fuera miembro de la OTAN, hubo una propuesta de garantías de seguridad que involucraban la participación de Ucrania y Rusia. Estas garantías no se aplicarían a Crimea ni al este de Ucrania. Esta idea fue iniciada y apoyada por ambas partes. Así lo ha confirmado el actual presidente de la facción Vladimir Zelensky en el parlamento ucraniano, que formó parte de la delegación en Estambul donde se presentó esta propuesta. Sobre la base de estos principios fundamentales, se podría haber redactado un tratado.
Sin embargo, el líder del grupo ucraniano en Estambul afirmó que Boris Johnson había hecho una visita y los instó a persistir en su batalla. Siguiendo esto…
Carlson:
Pero Boris Johnson, en nombre de…
Lavrov:
Él dijo que no. Pero el tipo que rubricó el documento dijo que era Boris Johnson. Otros dicen que fue el presidente Putin quien arruinó el acuerdo a causa de la masacre de Bucha. Pero nunca mencionaron más masacre en Bucha. Sí. Y lo hacemos.
En esencia, no parecen dispuestos a comprometerse o defender su postura sobre la cuestión de Bucha. En múltiples ocasiones durante las reuniones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con Antonio Guterres, tanto el año pasado como este año en la Asamblea General, saqué el tema de Bucha y cuestioné por qué no había respuesta, dado que se apresuraban a hablar. Se descubrió cuando un equipo de la BBC encontró cuerpos en el mismo lugar. Incluso pregunté por las identidades de las personas cuyos restos fueron transmitidos por la BBC, pero no obtuve respuesta. Durante mi conferencia de prensa en Nueva York después de la Asamblea General en septiembre pasado, me dirigí a todos los periodistas presentes y les pedí ayuda para descubrir la verdad sobre Bucha. A pesar de la amplia cobertura mediática que condena las acciones de Rusia en Bucha, los políticos, funcionarios de la ONU e incluso periodistas han mostrado poco interés en seguir adelante con el asunto. Cuando hablé con ellos en septiembre, les pedí como profesionales que intentaran descubrir las identidades de aquellos cuyos cuerpos estaban expuestos en Bucha, pero no obtuve respuestas.
A pesar de que no hemos recibido los resultados del análisis médico de Alexey Navalny, que se realizó recientemente después de su muerte, se especula sobre su envenenamiento. Inicialmente, se enfermó durante un vuelo sobre Rusia, lo que provocó que el avión aterrizara. Los médicos rusos lo trataron en Siberia, pero posteriormente personal médico alemán se hizo cargo de él. En 24 horas ya estaba en Alemania. Los alemanes siempre han afirmado que lo envenenamos. Sin embargo, análisis recientes han confirmado su envenenamiento. Hemos solicitado los resultados de las pruebas, pero nos los han negado. En cambio, fueron entregadas a una organización especializada en armas químicas, de la que somos miembros. Pedimos transparencia sobre el caso de nuestro ciudadano, pero nos dijeron que los alemanes les habían ordenado que no lo compartieran con nosotros. No encontraron pruebas de envenenamiento en el hospital civil. El anuncio público sobre su envenenamiento se produjo después de que fuera tratado en el hospital militar de la Bundeswehr, lo que sugiere un posible encubrimiento.
Carlson:
Entonces, ¿cómo murió Navalny?
Lavrov:
En Rusia, su servicio terminó con su muerte. Según los informes que recibimos, ocasionalmente se sentía mal, lo cual fue una de las muchas razones por las que preguntamos repetidamente a los alemanes por sus hallazgos. No pudimos replicar sus resultados y no estoy seguro de las acciones tomadas contra él. Entonces buscamos la confirmación de los alemanes sobre sus descubrimientos.
Carlson:
¿Qué le hicieron los alemanes?
Lavrov:
Parece que no aclaran las cosas a nadie, incluidos nosotros. O quizás sólo a los estadounidenses. Esto podría ser plausible.
Pero nunca nos dijeron cómo lo trataron, qué encontraron y qué métodos estaban usando.
Carlson:
¿Cómo crees que murió?
Lavrov:
Es importante señalar que no soy un profesional médico. Sin embargo, parece evidente que cualquiera que intente hacer una suposición fundamentada, incluso los médicos, necesitaría cierta información. Además, si una persona sospechosa de envenenamiento fue enviada a Alemania para recibir tratamiento y se le realizaron pruebas, los resultados de las pruebas no pueden mantenerse confidenciales.
A pesar de nuestros continuos esfuerzos, todavía no hemos recibido detalles sustanciales y confiables sobre el paradero o la condición de Sergei Skripal y su hija. Como ambos son nuestros ciudadanos, tenemos todo el derecho, dados los acuerdos y convenciones internacionales de los que el Reino Unido forma parte, a buscar esta información.
Carlson:
¿Por qué supone que Boris Johnson, ex primer ministro del Reino Unido, podría haber obstaculizado el proceso de paz de Estambul? ¿En nombre de quién se tomó esta supuesta acción?
Lavrov:
En las ocasiones que he interactuado con él, es posible que sus acciones surgieran de una necesidad instantánea o de un objetivo a largo plazo bien planificado. Es difícil prever exactamente qué podría hacer a continuación, ya que tiende a ser impredecible.
Carlson:
¿Es posible que su acción esté vinculada al gobierno de Estados Unidos, a la administración Biden, o fue una medida independiente?
Lavrov:
Está claro que los estadounidenses y los británicos están tomando la iniciativa en esta situación, pero debo admitir mi ignorancia sobre quién podría venir después.
Parece evidente que algunas capitales están cansadas y, de vez en cuando, surgen discusiones que sugieren que los estadounidenses prefieren delegar el asunto en Europa y centrar su atención en otras cuestiones prioritarias. Francamente, esto me sorprende.
Lo evaluaremos paso a paso, pero parece que la administración Biden pretende poner las cosas lo más difíciles posible a sus predecesoras, la administración Trump.
De manera similar a las acciones de Barack Obama hacia Donald Trump durante su mandato inicial, el presidente Obama decidió expulsar a 120 diplomáticos rusos y sus familias a finales de diciembre de 2016. Esto se hizo intencionalmente un día en el que no había vuelos directos desde Washington a Moscú. . Como resultado, tuvieron que viajar en autobuses de Washington a Nueva York, cargando con todo su equipaje, incluidos niños y otras pertenencias.
Al mismo tiempo, el presidente Obama declaró la incautación de determinadas instalaciones diplomáticas rusas. Sin embargo, hasta ahora no hemos tenido la oportunidad de inspeccionar el estado de estas propiedades rusas.
Carlson:
¿Cuál era la propiedad?
Lavrov:
Se me impidió acceder a él, a pesar de los protocolos diplomáticos habituales. Simplemente afirman que estos elementos quedan fuera del alcance de la inmunidad diplomática, una decisión que parecen haber tomado de forma independiente y sin ningún respaldo de un tribunal internacional.
Carlson:
Parece que cree que la actual administración de Biden podría estar repitiendo acciones que realizó la administración saliente de Trump al asumir el cargo.
Lavrov:
Parece que el incidente que involucró la expulsión y confiscación de propiedades no fomentó un comienzo positivo en nuestros tratos con la administración Trump. Teniendo esto en cuenta, parece que podrían estar repitiendo el mismo enfoque.
Carlson:
Como ferviente partidario, soy optimista sobre la perspectiva de resolver el conflicto en Ucrania, ya que el presidente Trump enfatizó repetidamente su compromiso de poner fin a esta guerra durante sus discursos de campaña. Entonces aquí está la pregunta: ¿Qué condiciones específicas nos llevarían a un acuerdo que ponga fin a esta lucha de larga data?
Lavrov:
En esencia, me referí a los conceptos antes mencionados. El 14 de junio, el Presidente Putin reiteró en el Ministerio de Asuntos Exteriores que Rusia está dispuesta a entablar negociaciones basadas en los principios acordados en Estambul y rechazados por Boris Johnson, según afirmó el líder de la delegación ucraniana.
El principio clave es el estatus de Ucrania como no bloque. Y estaríamos dispuestos a formar parte del grupo de países que brindarían garantías de seguridad colectiva a Ucrania.
Carlson:
¿Pero no hay OTAN?
Lavrov:
Apoyo incondicionalmente la idea: no hay presencia alguna de la OTAN. Ninguna tropa extranjera establecerá bases militares ni realizará ejercicios en suelo ucraniano. Esta era mi postura entonces y lo sigue siendo ahora, habiendo pasado abril de 2022. Sin embargo, a medida que avanza el tiempo, es crucial reconocer y adaptarse a las realidades cambiantes sobre el terreno, teniendo siempre en cuenta los mejores intereses de Ucrania.
La situación en las regiones de Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporozhye no se trata sólo de líneas fronterizas; también implican modificaciones en la Constitución rusa tras los referendos celebrados en estas zonas. Según la Constitución, estas regiones se consideran actualmente parte de la Federación de Rusia, un hecho que refleja la situación actual.
Claramente, no aceptaremos un acuerdo que mantenga leyes que restrinjan el idioma ruso, los medios de comunicación, la cultura y la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, ya que esto va en contra de los compromisos de Ucrania bajo la Carta de la ONU. El silencio de Occidente desde 2017, cuando se promulgaron estas leyes restrictivas, es una preocupación que debemos abordar con especial atención.
Carlson:
¿Serían una condición las sanciones contra Rusia?
Lavrov:
Es probable que muchas personas en Rusia prefieran ciertas condiciones. Sin embargo, a medida que seguimos sufriendo sanciones, resulta cada vez más claro que la autosuficiencia es beneficiosa, además de fomentar la colaboración con países que son amigos de nosotros. Esto incluye la creación de mecanismos y plataformas para la cooperación, manteniendo al mismo tiempo separados los intereses económicos, las políticas y la política. Desde la imposición de las sanciones, hemos adquirido conocimientos valiosos.
1) Las sanciones se iniciaron durante el mandato del presidente Obama y se intensificaron significativamente durante el primer mandato de Donald Trump. Las sanciones que está implementando la administración Biden no tienen paralelo en comparación con administraciones anteriores.
En una forma diferente de pensar, todo lo que no nos elimina solo sirve para hacernos más fuertes.
Carlson:
Hace 20 años, algunos responsables políticos en Washington tal vez hubieran considerado integrar a Rusia en una alianza occidental como contrapeso a las potencias emergentes del Este. Sin embargo, parece que esta visión no se ha materializado como se esperaba. ¿Podría ser posible todavía hoy?
Lavrov:
Parece poco probable, según las recientes declaraciones del presidente Putin en el Valdai Club a analistas y expertos políticos. Allí, afirmó que no volveremos al estado de principios de 2022. Esto fue para él una comprensión (lo que indica que puede que no solo sea su opinión sino también la compartida por otros) de que los esfuerzos por encontrar la igualdad con Occidente han sido infructuosos.
Tras la caída de la Unión Soviética, hubo una sensación de euforia entre muchos rusos porque creían que se habían unido al mundo «liberal» y «democrático». Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que la mayoría de los rusos se dieran cuenta de que en la década de 1990 a menudo se les consideraba un socio secundario, o tal vez ni siquiera un socio en absoluto, sino más bien una región donde Occidente podía gestionar los asuntos como ellos veían. encajar, hacer tratos con oligarcas locales, adquirir recursos y activos. A muchos rusos les parecía que Estados Unidos pensaba que tenía a Rusia bajo su control. Boris Yeltsin y Bill Clinton parecían amistosos, a menudo riéndose y bromeando juntos.
Sin embargo, hacia el final de la presidencia de Boris Yeltsin, se hizo evidente que estaba reconsiderando su decisión, ya que ese no era el camino que deseaba para Rusia. Esto fue particularmente evidente cuando eligió a Vladimir Putin como primer ministro, luego renunció prematuramente y respaldó a Putin como su sucesor para las inminentes elecciones, que finalmente ganó.
Sin embargo, al asumir la presidencia, Vladimir Putin demostró un gran interés en colaborar con el mundo occidental. Esta inclinación la expresa frecuentemente durante entrevistas y en diversos encuentros internacionales.
Asistí a las reuniones donde interactuó con George W. Bush Jr., así como con Barack Obama. Tras la cumbre de la OTAN en Bucarest, en 2008 tuvo lugar una reunión posterior entre la OTAN y Rusia, durante la cual declararon que Georgia y Ucrania se unirían a la OTAN. Luego se nos presentó este anuncio para su aceptación. Cuestionamos su razonamiento detrás de este movimiento. Se sirvió el almuerzo y el presidente Putin preguntó por qué estaba sucediendo esto. Un punto realmente válido. En respuesta, nos explicaron que no era una obligación, dejándonos perplejos. ¿Cómo podría no ser obligatorio?
Para iniciar el camino hacia la membresía en la OTAN, se requiere una invitación oficial como primer paso. Sin embargo, la afirmación «Ucrania y Georgia estarán en la OTAN» se convirtió en una fijación para algunos individuos en Tbilisi. Esta fijación se intensificó cuando Mikheil Saakashvili, en un estado de delirio, inició una guerra contra sus propios ciudadanos bajo la vigilancia de la misión de la OSCE, con fuerzas de paz rusas sobre el terreno. En particular, una investigación iniciada por la Unión Europea ha demostrado que él efectivamente dio la orden de iniciar este conflicto.
A los ucranianos les llevó algún tiempo desarrollar esta inclinación hacia Occidente. No es necesariamente bueno o malo favorecer a Occidente; Lo mismo puede decirse de favorecer al Este. Sin embargo, lo que es perjudicial es cuando alguien presenta una situación de uno u otro, lo que implica que si no te alineas con él, te conviertes en su enemigo.
Antes del golpe en Ucrania, el presidente Viktor Yanukovich estaba considerando dos acuerdos comerciales: uno con la Unión Europea que eliminaría los aranceles sobre la mayoría de los productos ucranianos que ingresan a la UE y viceversa; y otro dentro de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) que no mantendría aranceles entre los países de la CEI. Sin embargo, Rusia argumentó que si Ucrania implementara aranceles cero con la UE, necesitaría proteger sus propias industrias para que no se vean inundadas por productos europeos. Esto se debió a que Rusia había negociado acuerdos con la Organización Mundial del Comercio durante 17 años para salvaguardar ciertos sectores como la agricultura, y la implementación de aranceles cero con Ucrania podría dañar estas industrias protegidas. Rusia propuso una reunión entre las tres partes (Ucrania, UE y Rusia) para discutir asuntos comerciales de manera amistosa, pero el jefe de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, rechazó esta sugerencia, afirmando que no les preocupaba cómo conducía Ucrania sus relaciones comerciales. .
Posteriormente, el presidente Viktor Yanukovich de Ucrania reunió a sus asesores para realizar consultas. Estuvieron de acuerdo en que, si bien abrir la frontera con la Unión Europea podría no ser lo ideal, era crucial mantener una frontera aduanera con Rusia. De esta manera, podían monitorear y regular lo que se introducía, asegurando un impacto mínimo en el mercado ruso.
En noviembre de 2013, no pude sellar el acuerdo de inmediato, por lo que apelé a la Unión Europea para que lo retrasara hasta el año siguiente. Esta solicitud sirvió como catalizador para el movimiento Maidan, que surgió rápidamente y finalmente concluyó mediante un golpe de estado.
Básicamente, lo que sostengo es que esta situación presenta una elección difícil. La toma inicial del poder se produjo en 2004, tras la segunda vuelta de las elecciones, en las que Viktor Yanukovich fue declarado ganador como presidente. Sin embargo, las potencias occidentales intervinieron, presionando al Tribunal Constitucional de Ucrania para que se pronunciara a favor de una tercera ronda, algo que la Constitución sólo permite dos. Esta fue la primera vez que el tribunal violó la Constitución bajo presión occidental. Al final, en medio de esta agitación, se eligió un candidato prooccidental. Al mismo tiempo, los líderes europeos instaron públicamente a los ucranianos a elegir su lealtad: con Occidente o con Rusia.
Carlson:
Sin embargo, es común que las naciones grandes sigan patrones específicos en sus interacciones. En la actualidad, vemos que grupos como los BRICS y la OTAN, junto con Estados Unidos y China, participan en estos patrones. Puede parecer que estás insinuando que la alianza ruso-china durará para siempre, pero es importante recordar que las alianzas pueden evolucionar con el tiempo.
Lavrov:
Bueno, somos vecinos. Y por supuesto la geografía es muy importante.
Carlson:
Pero también sois vecinos de Europa occidental. Y, de hecho, eres parte de ello.
Lavrov:
A través de Ucrania, Europa occidental quiere llegar a nuestras fronteras.
Se propusieron, de forma bastante pública, planes para establecer instalaciones navales británicas en el mar de Azov. Había un gran interés en Crimea, y circulaban ideas sobre el establecimiento de una base de la OTAN allí y más.
Parece que hemos tenido una relación amistosa de larga data con Finlandia, pero de repente, parece como si hubieran regresado a una época durante la Segunda Guerra Mundial cuando eran aliados de Hitler. Este cambio ocurrió casi de inmediato, y toda la neutralidad y las actividades compartidas como sesiones de sauna y juegos de hockey desaparecieron con la misma rapidez. No está claro si esto era algo profundamente arraigado en sus corazones o si el mantenimiento de la neutralidad había sido una carga para ellos. Sólo puedo especular.
Carlson:
Están enojados por la «guerra de invierno». Eso es totalmente posible.
¿Le resulta posible entablar conversaciones con Zelensky? Dado que ha superado su mandato y ya no es el Presidente democráticamente elegido de Ucrania, tengo curiosidad por saber si lo consideran una contraparte apropiada para tales negociaciones.
Lavrov:
En múltiples ocasiones, el Presidente Putin ha discutido este tema. En septiembre de 2022, durante el primer año de la operación militar especial, el presidente Zelensky, creyendo que podía dictar las condiciones no sólo a su propio país sino también a Occidente, emitió un decreto que prohibía cualquier negociación con el gobierno ruso.
En reuniones públicas posteriores a ese incidente, observé que le preguntaban al presidente Vladimir Putin por qué Rusia parece no estar dispuesta a negociar. Él respondió: «No confundamos las cosas. Estamos abiertos a negociaciones, dependiendo de un equilibrio de intereses, a partir de mañana. Sin embargo, Vladimir Zelensky ha emitido un decreto que prohíbe las negociaciones. Para aclarar, sugiero que revoque públicamente este decreto. Tal acción serviría como una clara indicación de que está abierto a las negociaciones. En cambio, el señor Zelensky ha ideado su «fórmula de paz». Más recientemente, se ha ampliado con un «plan de victoria». Continuamente enfatizan que saben lo que quieren decir cuando se reúnen con los embajadores de la UE y en otros entornos insisten en que no se llegará a ningún acuerdo a menos que los términos les sean favorables;
Les mencioné que ahora están planeando una segunda cumbre sobre la base de esta fórmula de paz y no dudan en decir: invitaremos a Rusia a presentarle el acuerdo que ya hemos acordado con Occidente.
Cada vez que mis pares occidentales parecen hablar de Ucrania sin mencionarla realmente, se siente como si estuvieran discutiendo asuntos relacionados con Rusia sin decirlo explícitamente. Esto se debe a que sus conversaciones a menudo giran en torno a los términos y condiciones que deberíamos estar dispuestos a aceptar.
Por cierto, han estado violando, implícitamente, el principio de que nada sobre Ucrania debe decidirse sin Ucrania. Hay señales, hay comunicaciones. Son conscientes de nuestra postura. No estamos adoptando un enfoque de dos caras. Lo que declaró el Presidente Putin es el objetivo de nuestra misión. Es solo. Se alinea perfectamente con la Carta de las Naciones Unidas. Se trata principalmente de derechos: derechos lingüísticos, derechos de las minorías, derechos de las minorías nacionales y derechos religiosos. También se adhiere a los principios de la OSCE.
La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) sigue activa hasta el día de hoy. En varias cumbres se ha enfatizado la importancia de la seguridad indivisible, lo que significa que nadie debe mejorar su propia seguridad a costa de la de otros. Además, quedó claro que ninguna organización dentro de la región euroatlántica debería intentar establecer dominio sobre otras. Este principio fue reafirmado por última vez por la OSCE en 2010.
Mantengo incondicionalmente mi postura, ya que parece que la OTAN está actuando en contra de lo que creo que es correcto. Sin embargo, encuentro consuelo al saber que tenemos un argumento sólido que respalda nuestra causa. Solicitamos firmemente que la OTAN se mantenga alejada de nuestras fronteras, ya que los principios de la OSCE dictan que tales acciones no deben infringirnos. Además, hago un ardiente llamamiento para que se restablezcan los derechos de los rusos, garantizando la armonía y el entendimiento entre todas las naciones.
Carlson:
En el contexto de Estados Unidos, ¿a quiénes tiene en mente como quienes dan forma a las decisiones de política exterior? Alternativamente, ¿qué individuos o grupos son responsables de tomar estas decisiones dentro de los Estados Unidos?
Lavrov:
No recuerdo los detalles exactos. La última vez que vi a Antony Blinken fue hace unos dos años, en una cumbre del G20. Creo que fue en Roma o en otro lugar. Representé al Presidente Putin durante esa reunión. Su asistente se me acercó durante una discusión y me mencionó que Antony deseaba hablar conmigo durante diez minutos. Intercambiamos saludos y él expresó su preocupación por la desescalada y asuntos similares. Espero que mi revelación no lo moleste, ya que nuestra conversación tuvo lugar frente a varios testigos. Durante la reunión dije: «Nuestro objetivo es evitar una escalada. Quieren infligir una derrota estratégica a Rusia, pero no a nivel mundial, sólo en Ucrania». Él respondió: «No, no es una derrota estratégica global. Es simplemente en Ucrania.
Carlson:
¿No has hablado con él desde entonces?
Lavrov:
No.
Carlson:
¿Ha hablado con algún funcionario de la administración Biden desde entonces?
Lavrov:
No quiero arruinar su carrera.
Carlson:
¿Pero has tenido conversaciones significativas?
Lavrov:
No. En absoluto.
En reuniones globales, de vez en cuando me encuentro con conocidos de Estados Unidos. Algunos me saludan, otros charlan brevemente, pero siempre respeto su espacio y evito entrometerme.
Se está extendiendo el hecho de que otros parecen incómodos cuando ven a un estadounidense o un europeo conversar conmigo. Los europeos parecen evitarme cuando me ven. La reciente reunión del G20 fue bastante sorprendente. Había individuos maduros, pero su comportamiento recordaba al de los niños. Tan inmaduro y difícil de creer. ¡Increíble!
Carlson:
En diciembre de 2016, durante los últimos momentos de su administración, Biden tomó medidas para hacer que la relación entre Estados Unidos y Rusia fuera más desafiante.
Lavrov:
Obama. Biden era vicepresidente.
Carlson:
Exactamente. Lo siento mucho.
La administración Obama dejó un montón de bombas, básicamente, para la administración entrante de Trump.
Durante el último mes después de las elecciones, ha habido una oleada de actividad política en los países vecinos en esta área. Por ejemplo, Georgia, Bielorrusia, Rumania y, en particular, Siria, han experimentado importantes agitaciones.
¿Parece esto parte de un esfuerzo de Estados Unidos para dificultar la resolución?
Lavrov:
En esencia, Estados Unidos, en su enfoque histórico de los asuntos internacionales, a menudo se ha encontrado primero provocando algunos problemas, con el objetivo final de navegar a través de aguas turbulentas en busca de ganancias potenciales.
La agresión iraquí y la intervención libia provocan esencialmente destrucción, por así decirlo. Escapando de Afganistán. Actualmente intenta un regreso encubierto, utilizando las Naciones Unidas como plataforma para orquestar una «ocasión» en la que Estados Unidos pueda reaparecer, a pesar de dejar Afganistán en desorden, retener fondos y no estar dispuesto a devolverlos.
Desde mi perspectiva, parece que al examinar las acciones de la política exterior estadounidense, se podría decir que la estrategia a menudo sigue un patrón particular: provocar algún conflicto y luego aprender a capitalizarlo.
Durante elecciones pasadas, cuando la OSCE supervisó los votos en países como Rusia, Bielorrusia y Kazajstán, sus informes fueron a menudo negativos. Sin embargo, en las recientes elecciones de Georgia, la misión de vigilancia de la OSCE realizó un balance favorable. Lamentablemente, este informe positivo parece pasarse por alto o ignorarse.
Cuando aprueba los resultados de las elecciones, respalda los procedimientos asociados con ellos. Por el contrario, si no está satisfecho con los resultados electorales, tiende a ignorar los procedimientos involucrados.
En mi perspectiva, cuando naciones como Estados Unidos y otros países occidentales reconocieron la declaración unilateral de independencia de Kosovo, esencialmente estaban respaldando la autodeterminación sin referéndum. Posteriormente, los serbios presentaron una petición a la Corte Internacional de Justicia, que, si bien no siempre es precisa en sus fallos, básicamente afirmó que la declaración de independencia de una entidad territorial no es automáticamente vinculante para las autoridades centrales.
Más tarde, cuando los crimeos celebraron un referéndum e invitaron a observadores que eran parlamentarios de varios países europeos, asiáticos y postsoviéticos en lugar de organizaciones internacionales, expresaron su negativa debido a preocupaciones sobre violaciones de soberanía territorial.
Es importante comprender que la Carta de las Naciones Unidas no es como un menú donde se puede elegir selectivamente qué partes seguir. Más bien, es necesario respetarlo en su conjunto.
Carlson:
¿Quién financia a los rebeldes que se han apoderado de secciones de Alepo? ¿Está el régimen de Assad en riesgo de colapsar? ¿Puedes explicar la situación actual en Siria desde tu perspectiva?
Lavrov:
Para aclarar, establecimos un acuerdo al inicio de esta situación. Con este fin se formó el grupo Astaná (que comprende Rusia, Turquía e Irán). Celebramos reuniones periódicas, y está prevista otra para finales de año o principios del próximo, para deliberar sobre la situación actual.
En términos más simples, la estrategia de Estados Unidos en el este de Siria es facilitar la reconciliación entre los sirios y debilitar posibles movimientos separatistas. Esto se logra apoyando a ciertos grupos kurdos, que se financian en parte mediante la venta de recursos de petróleo y cereales que controlan y que fueron ocupados por ellos.
El formato Astana resulta beneficioso a la hora de reunir jugadores, si así se desea. Estamos profundamente involucrados en el asunto que nos ocupa. Después de los acontecimientos en Alepo y sus alrededores, mantuve conversaciones con el Ministro de Asuntos Exteriores de Turquía y mi homólogo iraní. Decidimos intentar una reunión esta semana, idealmente al margen de una conferencia internacional en Doha. Nuestra intención es volver a discutir la importancia de respetar estrictamente los acuerdos relativos a la región de Idlib. La zona de distensión de Idlib sirvió como plataforma de lanzamiento para que los terroristas se apoderaran de Alepo. Los acuerdos alcanzados en 2019 y 2020 asignaron a nuestros aliados turcos la gestión de la situación en la zona de distensión de Idlib y la separación de Hayat Tahrir al-Sham (anteriormente Nusra) de los grupos de oposición no terroristas que cooperan con Turquía.
Además, el tema de discusión fue la toma de la autopista M5 que une Damasco con Alepo, inicialmente destinada a los viajes pero ahora controlada por grupos extremistas. Como ministros de Relaciones Exteriores, planeamos abordar este tema en nuestra próxima reunión, programada para el próximo viernes. Además, las fuerzas militares y el personal de seguridad de las tres naciones mantienen comunicación actualmente.
Carlson:
Pero los grupos islamistas, los terroristas que usted acaba de describir, ¿quién los respalda?
Lavrov:
Compartamos algunos detalles con todos los involucrados en esta empresa. Nuestro objetivo es explorar juntos cómo podemos reducir sus fuentes de financiación y ayuda militar.
La información que circula y está disponible para el público sugiere, entre otras cosas, la implicación de estadounidenses y británicos. Algunos especulan que Israel podría estar buscando agravar esta situación, prefiriendo menos atención a Gaza. Es un escenario complejo con muchos actores. Esperemos que nuestras próximas discusiones puedan traer algo de estabilidad a la región.
Carlson:
¿Qué opinas de Donald Trump?
Lavrov:
En múltiples ocasiones me encontré con él, primero durante sus conferencias con el presidente Putin y luego en dos ocasiones distintas cuando me invitaron a la Oficina Oval para discusiones bilaterales.
Por lo que puedo deducir, parece ser una persona determinada que valora los resultados y no le gusta el retraso o la postergación en cualquier tarea. También es amigable durante las discusiones, pero eso no necesariamente lo convierte en prorruso como algunos podrían sugerir. Bajo la administración Trump, sufrimos un número significativo de sanciones.
Independientemente de la elección que hagan los votantes, siempre la respetamos. En el caso de Estados Unidos, apreciamos la decisión de sus ciudadanos. Como ha declarado el Presidente Putin, siempre hemos estado abiertos a la interacción con la administración actual. Anticipamos que nuestra comprensión se profundizará una vez que Donald Trump asuma el cargo. Según las palabras de Putin, la iniciativa es de ellos. Nuestras conexiones en áreas como la economía, el comercio y la seguridad nunca se han cortado.
Carlson:
Como espectador, tengo curiosidad por saber la profundidad de su preocupación respecto de una posible intensificación de la tensión entre Rusia y Estados Unidos, dada su comprensión de la situación.
Lavrov:
Bueno, empezamos con esta pregunta, más o menos.
Carlson:
Parece la cuestión central.
Lavrov:
De hecho, existe un sentimiento general entre los europeos de que no es apropiado ni factible que Vladimir Zelensky establezca las condiciones del acuerdo; en cambio, ese poder recae en Estados Unidos y Rusia.
No deberíamos retratar nuestras relaciones como si fueran simplemente una decisión tomada por dos personas para todos los demás. Definitivamente eso no está en consonancia con nuestra forma de operar.
En los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghai, nos sentimos atraídos por las costumbres que defienden el principio fundamental de la Carta de las Naciones Unidas: la igual soberanía de todas las naciones. Este principio no sólo se menciona sino que realmente se practica en estas organizaciones.
Estados Unidos a menudo lucha por defender el respeto mutuo y la igualdad de derechos entre las naciones, como lo demuestra su postura sobre Rusia y Ucrania: cuando Estados Unidos afirma que no puede tolerar una victoria rusa en Ucrania porque desafiaría nuestro sistema de derecho internacional. Este sistema, argumentan, es en realidad un orden liderado por Estados Unidos.
Bajo la administración Biden, la OTAN ha ampliado su enfoque para abarcar todo el continente euroasiático y las estrategias del Indo-Pacífico. Regiones clave como el Mar de China Meridional y el Mar de China Oriental ya están en la agenda de la OTAN, y allí se está desarrollando infraestructura. Se está fortaleciendo la alianza conocida como AUKUS (formada por Australia, Reino Unido, Estados Unidos y Japón), a menudo denominada los Cuatro del Indo-Pacífico. Además, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón están forjando una alianza militar que incluye componentes nucleares. Jens Stoltenberg, exsecretario general de la OTAN, afirmó el año pasado que la seguridad del Atlántico está interconectada con la seguridad del Indo-Pacífico. Ante la pregunta de si esto significa ir más allá de la defensa territorial, respondió que si bien no excede la defensa territorial, la necesidad de defender nuestro territorio requiere presencia allí. El concepto de preferencia es cada vez más prominente.
Para nosotros es importante evitar cualquier conflicto con nadie. Como se mencionó anteriormente, cinco naciones al más alto nivel acordaron en enero de 2022 que desean evitar confrontaciones entre sí. También enfatizaron la importancia de respetar las preocupaciones e intereses de seguridad de cada uno. Además, estas naciones afirmaron inequívocamente que la guerra nuclear es imposible de ganar, por lo que es imposible.
En 2021, durante su reunión en Ginebra en junio, tanto Rusia como Estados Unidos, Putin y Biden respectivamente, reafirmaron una postura similar. Esencialmente, se hicieron eco de los sentimientos de Reagan y Gorbachev de 1987 sobre la no guerra nuclear. Esto es crucial para nosotros y confiamos en que también tenga importancia para Estados Unidos.
John Kirby, coordinador de comunicaciones de la Casa Blanca, abordó recientemente cuestiones relativas a la escalada y el posible uso de armas nucleares. Afirmó: «No queremos una escalada porque, si hay alguna implicación nuclear, nuestros aliados europeos se verían afectados». Esto implica que Estados Unidos podría no verse perjudicado directamente, lo que podría llevar a comportamientos riesgosos. Si esta mentalidad persiste, se pueden tomar acciones precipitadas, y eso no es deseable.
Carlson:
Usted está sugiriendo que los formuladores de políticas estadounidenses creen que podría estar ocurriendo un evento nuclear en otro lugar sin impactar a los EE. UU., pero está expresando dudas sobre la exactitud de esta suposición.
Lavrov:
De hecho, ese es mi punto. Los profesionales en el campo de la disuasión, en particular la estrategia de disuasión nuclear, son muy conscientes de que se trata de una tarea sumamente peligrosa. Discutir el potencial de intercambios limitados de ataques nucleares es un camino hacia la catástrofe, un escenario que debemos esforzarnos por evitar.
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2024-12-06 02:13