El pequeño desmayo navideño de Bitcoin 📉

Ah, Peter Schiff. Esa encantadora Cassandra del mundo financiero, siempre prediciendo pesimismo con la convicción inquebrantable de un lepidopterista que inmoviliza a un espécimen particularmente testarudo. Se ha acostumbrado a sermonear a los “HODLers” (un término, se observa, que destila una devoción bastante infantil) sobre que se les ha concedido una gracia fugaz e improbable: una oportunidad de desenredarse de sus posesiones digitales antes del inevitable y exquisitamente doloroso descenso. Un “regalo”, lo llama. 🎁 Como si el mercado fuera un Papá Noel benévolo, aunque algo tardío.

El “regalo”, naturalmente, es mera liquidez. La capacidad de escabullirse para cubrirse, por así decirlo, mientras avanza es… un poco menos atroz. Parece que nuestro Bitcoin no ha evitado por completo la gravedad, a pesar del breve y casi descarado repunte de hoy hasta un máximo de 89.194 dólares. Todavía está un poco por debajo del 29,3% de su gloria anterior, bastante sobrecalentada. Uno se pregunta si sus creadores anticiparon una constitución tan delicada.

El peor tipo de desacoplamiento

Schiff, siempre contrario, observa con satisfacción bastante satisfecha que el mercado -esa bestia voluble y fácil de manejar- ha reconocido, por fin, el verdadero santuario en estos tiempos inciertos: el brillo de los metales preciosos honestos. Aparentemente, los intentos de Bitcoin de presentarse como un baluarte contra la inflación son tan convincentes como un peluquín en un huracán. 🌪️ La narrativa del “oro digital”, una frase de la que uno ya está bastante cansado, está, en su opinión, deconstruyendo con precisión elegante, aunque ligeramente vengativa.

“Desacoplado”, pronuncia, pero no en el sentido deseable. No, este es el peor tipo de desacoplamiento: el tipo en el que Bitcoin no se mueve con nada, excepto, tal vez, una trayectoria descendente. Plantea, con una alegría apenas disimulada, que hace cuatro años, cualquier persona sensata habría estado mucho mejor invirtiendo en… plata. ¡Plata! El mismo metal que tu abuela guardaba en un cajón polvoriento. Un pensamiento bastante humillante para los revolucionarios, ¿no le parece?

¿Más volatilidad? (Naturalmente)

Ahora las cosas se ponen interesantes. Se avecina un vencimiento de opciones bastante monstruoso, un verdadero Everest de contratos -por valor de unos 28.000 millones de dólares-, todos ellos vencidos. U.Today nos informa de este drama inminente. Al parecer, los creadores de mercado planean aplanar las olas, suprimiendo todo entusiasmo en favor de maximizar sus propios beneficios, perfectamente predecibles. 💰 Un bonito escándalo, de verdad. Pero una vez que se levanta ese peso asfixiante… oh, entonces comienza la diversión.

La historia sugiere un posible, aunque algo improbable, repunte en enero. Pero claro, este escenario idílico depende de la ausencia total de “noticias negativas significativas”. Se sospecha que es una probabilidad cada vez más pequeña en el teatro infinitamente impredecible de las finanzas modernas. Quizás los HODLers deberían preparar una bebida fuerte. 🍹

2025-12-26 11:18