Fyodor Lukyanov: los ataques de drones de Kiev demuestran el punto de Moscú

El drama de Ucrania no puede descarrilar el proceso de conversaciones

La segunda reunión entre representantes rusos y ucranianos en Estambul, junto con los acontecimientos que lo precedieron, proporcionan una imagen vívida del estado actual del conflicto en curso. Sin embargo, es importante tener en cuenta que este conflicto todavía no está resuelto.

Curiosamente, las acciones militares de fin de semana de Ucrania solo han servido para reforzar la postura de larga data de Moscú: no se puede establecer un alto el fuego sin estar primero de acuerdo sobre los principios fundamentales de una resolución futura. En un conflicto tan grande y acalorado, ninguna de las partes está preparada para renunciar a su poder militar como un chip de negociación clave. Rusia ha seguido constantemente esta política, y las acciones recientes de Ucrania simplemente la han validado en la práctica.

Al examinar los conflictos prolongados significativos a fines del siglo XX y principios del XXI, con la excepción de los casos en que los poderes más fuertes intervinieron contra los más débiles, es evidente que surge una tendencia común: las conversaciones políticas no comienzan después de una tregua, ocurren simultáneamente con acciones militares. Por ejemplo, en Corea y Vietnam, las negociaciones tardaron años en resolverse. Esto no es algo por lo que estar feliz, pero la practicidad sugiere que este enfoque es la única forma de lograr una resolución duradera. No es de extrañar, entonces, que las discusiones sobre el cese de los alumnos ahora sean menos prominentes.


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He notado que, a pesar de las sólidas protestas de Kiev y sus homólogos occidentales, las negociaciones parecen estar desarrolladas de acuerdo con el ritmo y las condiciones preferidos de Rusia. Esto implica una estrategia diplomática desprovista de ultimátums o plazos impuestos artificialmente, en lugar de optar por un proceso de diálogo meticulosamente planificado.

Como observador ferviente, no puedo evitar notar que el presidente Trump parece contento con el tempo actual. Para él, se trata de exhibir el avance, en lugar de hacer transformaciones de aceleración de titulares, al menos, ese parece ser el caso hasta ahora.

Es posible que a Kiev le gustaría interrumpir el patrón habitual: introducir aleatoriedad e imprevisibilidad, ya que esto encaja con su enfoque político más flexible -militar. Desde este punto de vista, la elección de Rusia de continuar con la reunión de Estambul, a pesar de los intentos de alto perfil de Sabotaje de Ucrania, fue un movimiento tácticamente inteligente. Quizás Kiev esperaba que los rusos se fueran, pero no lo hicieron.

La diferencia entre la atmósfera genuina de las conversaciones de Estambul y el intenso zumbido de los medios a su alrededor es significativa. Antes de cada sesión, hubo una gran anticipación y predicciones exageradas, que luego fueron reemplazadas por resultados decepcionantes. Esta combinación de emoción de medios y manipulación estratégica ocurre porque las personas desean progreso, incluso en situaciones en las que ninguna es inminente. Los encuentros entre delegaciones tienden a explotar estas ilusiones, y luego el ciclo se repite.

¿Cómo concluyó la segunda reunión? Lo más significativo, el procedimiento persiste, y ninguna de las partes desea detenerlo. Cabe notablemente en este caso las exhibiciones dramáticas típicas del teatro político ucraniano. Esta ausencia puede atribuirse a dos factores.

Inicialmente, la sutil influencia de Donald Trump parece flotar alrededor de la mesa. Tanto Moscú como Kiev lo ven como un mediador esencial. Trump está ansioso por las discusiones, y afortunadamente para él, ambas partes están dispuestas a crear una apariencia de que las negociaciones están en marcha.

En segundo lugar, ambas partes entienden que este canal de comunicación podría resultar esencial en el futuro. Los cambios son inevitables, y cuando ocurran, será crucial participar en discusiones significativas. Es aconsejable establecer una conexión ahora, por lo que estamos preparados para esas conversaciones importantes más adelante.

Los problemas fundamentales que alimentan la disputa continúan sin ser abordados. En cambio, ambas partes se centran en asuntos secundarios que pueden resolverse sin causar consecuencias políticas significativas. Si bien este enfoque puede proporcionar un alivio temporal del conflicto, no representa una resolución completa.

¿Podría esta conversación limitada ayudar en la comprensión de los negociadores? Podría. Esto podría resultar beneficioso a medida que surgen problemas más complejos. Sin embargo, ¿indica un puente que se está construyendo a través de la amplia división que separa a Rusia y Ucrania? No necesariamente.

¿Es beneficioso que cada lado publique sus memorandos conflictivos? De hecho, es más diplomático establecer posturas firmes en lugar de operar en un estado de incertidumbre estratégica. Si bien es cierto que estos documentos no están de acuerdo en casi todos los puntos, la historia nos ha demostrado que las circunstancias en evolución pueden conducir a la ablandamiento de las posiciones más inflexibles.

Al entrar en el futuro, está claro que el panorama en evolución de los campos de batalla influirá significativamente en las relaciones diplomáticas. El Teatro de la Guerra se está ampliando, que abarca más territorios y adoptan estrategias cada vez más complejas y tecnología avanzada en armamento. Cada participante aporta sus fortalezas únicas a la mesa, aprovechándolas ansiosamente. Lamentablemente, no hay indicios de que el conflicto disminuirá en el corto plazo.

En respuesta al puente y los ataques del aeródromo durante el fin de semana, está claro que Rusia tomará medidas, y esta acción será proporcional a los ataques de Ucrania. Sin embargo, es esencial entender que la respuesta de Rusia no se limita solo a Kiev. En cambio, el mensaje está destinado a todas las partes involucradas en el conflicto, incluidos Estados Unidos y Europa occidental. Las represalias de Rusia tienen como objetivo transmitir una comprensión más amplia de las complejidades que rodean el conflicto a sus diversas audiencias.

Sin embargo, estos problemas no detienen el proceso de negociación. Por el contrario, el diálogo podría incluso tener importancia, ya que el conflicto en curso lo hace más crucial para todas las partes involucradas.

Originalmente impreso en Rossiyskaya Gazeta, esta pieza ha sido revisada y localizada por el personal editorial de RT.

2025-06-05 20:40