
Esta ola de toma de ganancias, un verdadero éxodo de capital de los titulares a largo plazo y las ballenas legendarias, marca una fase natural de distribución, tan inevitable como el cambio de temporadas en una gran epopeya. Sin embargo, lo que hace que este drama que se desarrolle sea particularmente intrigante es la asombrosa capacidad del mercado para absorber tal salida sin descender al caos. Fresh Capital, como si fuera convocado por el Clarion Call of Progress, continúa llegando a la arena, preservando la estructura de un mercado que permanece resueltamente optimista a pesar de su aparente calma. En esta delicada interacción entre la vieja guardia, que se aferró a su botín con la tenacidad de los personajes más duraderos de Tolstoi, y los audaces recién llegados, uno discerne una fuerza subyacente, una garantía sutil de que las perspectivas a largo plazo de Bitcoin siguen siendo robustas incluso cuando los vientos de cambio a su alrededor.