La saga Ripple-SEC: una historia de derecho de Dostoevskiana, incertidumbre y locura criptográfica
Morgan, ese oráculo estoico de la sabiduría criptográfica, susurra en el abismo: no existe un decreto absoluto que obligue a la SEC a abandonar su atractivo. ¡Qué baile tan encantador! El regulador podría seguir girando la rueda de la demora, mientras que el tribunal, ese viejo juez en el cielo, ha ordenado a la bestia que se convierta en un juicio sobre ese mismo día. La fecha, como un espectro sombrío, sirve como una “fecha límite no oficial”, aunque en el mundo del poder, los plazos tienden a ser más como sugerencias, holgadas con un encogimiento de hombros. La SEC, esa obstinada bestia, aún no ha decidido si retirarse o marchar, tal vez pidiendo más tiempo, más retraso, más caos. ¡Oh, la danza sagrada de la ley y las finanzas! 💃


