¿Viene el invierno criptográfico? 🥶

Ethereum llevó la peor parte de esta tempestad digital, unos ciento ochenta y dos millones de dólares que se evaporaban como la niebla de la mañana. Bitcoin, siempre el incondicional, sufrió una pérdida algo más menor, aunque aún considerable, de ciento cuatro millones. Uno no puede evitar observar, con un toque de diversión cínica, que estos son precisamente los activos promocionados como el futuro de las finanzas. Parece que un futuro ocasionalmente requiere una corrección bastante reforzada.



