
En una carta que se lee como un manifiesto moderno de angustia financiera, la camarilla bancaria disminuye la opacidad de las aplicaciones de criptografía. El público, una vez que el custodio vigilante de la transparencia democrática, queda a tientas en la oscuridad, incapaz de analizar o debatir la verdadera naturaleza de los modelos comerciales propuestos por estas entidades. ¿Cuál es, entonces, la esencia de un banco, si no el guardián de la confianza? Y, sin embargo, los empresarios criptográficos, con sus alas de blockchain y contratos inteligentes, parecen decididos a redefinir la noción de banca. Su audaz visión promete la liberación de las engorrosas cadenas de tradición, incluso cuando amenaza con desentrañar el tapiz de la prudencia que ha respaldado durante mucho tiempo las finanzas estadounidenses. 😂