
Martínez, armado con el frío cálculo de la historia, trazó un camino de miserias pasadas: un colapso del 24% el 22 de julio, un lamento del 17% el 8 de agosto y una sinfonía de caídas del 13% a mediados de agosto y septiembre. “¡Mira! El 27 de septiembre, una señal de compra generó un rebote del 12%, y el 22 de octubre se produjo un aumento del 14%”, proclamó, como si contara la tragicomedia de un mercado perdido en su propia farsa. Ahora, el TD Sequential, con una nueva marca “9” cerca de 2,64 dólares, señala otra caída, tan inevitable como la salida del sol para burlarse de la noche.