Debajo de la superficie, donde los mineros trabajan como siervos en las minas de sal de la cadena de bloques, el estrés se pudre como un secreto mal escondido. Axel Adler, ese astuto observador de las locuras financieras, ha presentado el Índice de Salud Financiera Miner, una métrica tan compleja como una novela de Gogol. ¡He aquí que se sitúa en un mísero 22%, tambaleándose al borde de la zona de Alerta! Los mineros, que alguna vez estuvieron llenos de ganancias, ahora rechinan los dientes y maldicen los cielos, con su rentabilidad en su punto más débil desde los días oscuros de 2022. Y, sin embargo, el precio de Bitcoin sigue siendo obstinadamente alto, como un noble que se da un festín mientras sus campesinos mueren de hambre. 🤑