
En medio de esta incertidumbre, los datos en cadena ofrecen un curioso rayo de esperanza, o tal vez una broma cruel. Las ballenas, esos enigmáticos titanes del océano criptográfico, continúan su acumulación silenciosa, incluso cuando el mercado temblura con dudas. Esta afluencia constante de capital de los Leviatanes sugiere una confianza perversa en el futuro de Ethereum, como si se hubieran mirado en el abismo y encontrado … la oportunidad. Uno podría llamarlo una “corrección”; El otro podría llamarlo una mascarada de debilidad. De cualquier manera, la historia ha demostrado que tales movimientos a menudo preceden a un resurgimiento, aunque queda por ver si se trata de un Phoenix Rising o un tostado de Phoenix. 🔥