
Tomemos un momento, queridos amigos, para contemplar los detalles de esta asociación, como si estuviéramos examinando los movimientos de las piezas de ajedrez en una gran tabla. SBI, en su sabiduría infinita, ha declarado que implementará el protocolo de interoperabilidad de cadena cruzada de ChainLink (CCIP) para transportar mensajes y activos en las vastas redes del mundo digital. Utilizará las herramientas de datos superiores de ChainLink para llevar el valor del activo neto (NAV) de los fondos a la cadena de bloques, al igual que un cartógrafo que marca nuevos territorios en un mapa antiguo. Y, por supuesto, aprovechará la prueba de reserva de ChainLink para garantizar que las estables sean tan sólidas como los cimientos de la antigua Roma. Mientras tanto, SBI, en una ráfaga de maniobras digitales, continúa su trabajo en otros frentes, haciendo tratos separados con Ripple y Circle, como para recoger aliados de todas las esquinas.