
Christopher Nolan recuperó la práctica de utilizar actores muy respetados en las películas de superhéroes para darles más peso y seriedad. Esto ayudó a que *La Trilogía del Caballero Oscuro* se convirtiera en algo más que un típico éxito de taquilla: elevó las películas a un nivel artístico, haciéndolas dignas de elogios de la crítica. Si bien la trilogía atrajo a muchos actores talentosos, Nolan consideró a varios otros para papeles clave que finalmente no obtuvieron el papel. Por ejemplo, Adrien Brody fue considerado para el papel de The Joker antes de que Heath Ledger lo asumiera. Muchos actores, incluidos Jake Gyllenhaal y Henry Cavill, incluso audicionaron para el papel de Batman. Hay varias razones por las que los actores no terminan en una película, como conflictos de programación o desacuerdos sobre el salario, y esto también fue cierto para Matt Damon, quien fue otro actor destacado que estuvo a punto de desempeñar un papel importante en la *Trilogía del Caballero Oscuro* de Nolan.