
En una entrevista reciente con *The Hollywood Reporter *, el director Rob Marshall reflexionó sobre la posición históricamente precaria de los musicales de películas. Señaló que el género ha enfrentado desafíos casi desde su comienzo con *The Jazz Singer *, señalando que para 1929, el público ya estaba experimentando “fatiga musical” y las películas comenzaron a cortar canciones. Si bien ha habido avivamientos periódicos, como con *Moulin Rouge! *, *Chicago *y *Dreamgirls * – Marshall cree que cada nuevo musical lleva la presión de garantizar la supervivencia del género. Explicó que si algunos musicales no tienen éxito en la taquilla, puede conducir rápidamente a una aversión generalizada a todo el género.