
Durante casi un siglo, las películas sobre cultos han cautivado y perturbado a los espectadores. La tendencia comenzó en 1934 con la película escalofriante *The Black Cat *, con Boris Karloff y el sacrificio ritualista. Desde entonces, los cineastas han seguido explorando este tema inquietante, con ejemplos notables como el bebé de Roman Polanski *Rosemary *, *The Wicker Man *, *bendición mortal *, y las obras recientes y aterradoras de Ari Aster, como *hereditaria *. Incluso Quentin Tarantino tocó el tema, ofreciendo una versión ficticia de la familia Manson asesinada en *Once Upon a Time in Hollywood *. Películas como el * The Master * de Paul Thomas Anderson ofrecen una representación más arraigada y realista de la dinámica de culto.