Huw Edwards: Cómo el principal presentador de noticias del Reino Unido pasó del estrellato de la BBC a enfrentar la prisión

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Huw Edwards: Cómo el principal presentador de noticias del Reino Unido pasó del estrellato de la BBC a enfrentar la prisión

Como entusiasta del cine desde hace mucho tiempo que ha sido testigo del desarrollo de innumerables historias tanto en la pantalla grande como en la pequeña, debo confesar que ver la caída en desgracia de Huw Edwards se siente como una versión real de una tragedia griega. Desde su alguna vez elevada posición como presentador de noticias mejor pagado de la BBC, hasta ser acusado y enfrentarse a prisión por crímenes atroces, es una caída en desgracia que rivaliza con los giros de trama más dramáticos.

El miércoles por la mañana, ver a Huw Edwards de pie en el estrado del acusado en el Tribunal de Magistrados de Westminster me pareció bastante irreal, como si estuviera viendo una película desarrollarse ante mis ojos.

El ex presentador de noticias mejor pagado de la BBC, cuyos ingresos se acercaban a los del director ejecutivo de la corporación, Tim Davie, parecía lastimosamente solo mientras permanecía solo detrás de las mamparas de vidrio polarizado de la sala del tribunal. Habló con calma mientras proporcionaba su nombre, edad y una parte de su dirección.

La imperturbable reacción fue evidente cuando, sorprendentemente, Edwards admitió su culpabilidad por los tres cargos de producir imágenes indecentes de niños. Me sorprendió tanto su confesión inicial que mis dedos se endurecieron sobre el teclado mientras registraba apresuradamente los eventos del juicio, mis oídos se esforzaban para confirmar lo que había escuchado mientras repetía su declaración de culpabilidad por el segundo cargo y luego por el tercero.

En el Reino Unido, el término «hacer imágenes indecentes» no se limita a tomar fotografías o grabaciones de abuso sexual infantil; también puede implicar recibir dicho contenido de forma no intencionada, como en el caso de Edwards. En el tribunal, la fiscalía declaró que Edwards recibió estas imágenes y vídeos inquietantes, algunos de los cuales supuestamente mostraban a niños de hasta siete años, durante una conversación de WhatsApp con una persona que había conocido inicialmente en las redes sociales. Según los informes, las imágenes se guardaron automáticamente en su teléfono. Aunque el presentador de noticias pidió posteriormente al remitente que dejara de enviar contenidos «ilegales», siguió recibiendo más «imágenes pornográficas» que eran técnicamente legales, según el fiscal. Dado que recibir imágenes ilegales se considera un delito de responsabilidad estricta en el Reino Unido, la intención no influye para determinar la culpabilidad. Esto puede explicar por qué Edwards decidió no impugnar los cargos.

En el escenario actual, podría expresar mis pensamientos de la siguiente manera:

Durante más de cuatro décadas, a partir de 1984, cuando se incorporó como aprendiz, Edwards no sólo había sido muy apreciado por su empleador sino que también había servido como símbolo de facto de su estimado servicio de noticias. En la década de 2020, era el presentador más destacado y con mayores ingresos de la BBC, recibiendo premios BAFTA y liderando la cobertura de algunos de los principales acontecimientos noticiosos del mundo. Su papel como líder de la corporación se solidificó aún más cuando se le encomendó anunciar al mundo la desaparición de la reina Isabel II en 2022.

Huw Edwards: Cómo el principal presentador de noticias del Reino Unido pasó del estrellato de la BBC a enfrentar la prisión

En una sombría tarde de septiembre, empapada por la lluvia, una interrupción inesperada apareció en todas las pantallas de televisión y locutores de radio de la BBC, reemplazando la programación regular con la estoica figura de Edwards. Con voz profunda como un trueno, dio la noticia: «Hace apenas unos momentos, el Palacio de Buckingham anunció el fallecimiento de Su Majestad la Reina Isabel II». Su barítono, aunque cargado de tristeza, se mantuvo decidido, tejiendo un tapiz de dolor y profesionalismo inquebrantable.

Su actuación fue impecable y recibió elogios generalizados, y algunos sugirieron que merecía el título de caballero, el honor más alto en el Reino Unido. Edwards había ascendido a la cima de su campo, encarnando esencialmente el equivalente en el Reino Unido del veterano locutor estadounidense Walter Cronkite, quien una vez fue titulado «el hombre más confiable de Estados Unidos». Fue un momento crucial en su carrera que sin duda se destacará como su primera mención en su obituario cuando finalmente llegue su momento.

El verano pasado, me encontré justo en medio de un titular sensacionalista escandaloso de The Sun: «Sondeo de fotografías sexuales: estrella suspendida de la BBC paga a un adolescente por imágenes explícitas». Ahora bien, esto no se trataba de mí, pero estaba en todas las noticias que un presentador anónimo de alto perfil había repartido la friolera de £35,000 (aproximadamente $45,000) a un joven de 17 años por algunas fotografías bastante desagradables. No hace falta decir que esta historia generó bastante revuelo, pero como no mencionaba nombres, no me vi arrastrado inmediatamente a la refriega.

Sin embargo, los rumores en las redes sociales aumentaron rápidamente. Se mencionaron varias figuras destacadas, lo que generó una situación muy delicada y potencialmente difamatoria. Al cabo de cinco días, la esposa de Huw Edwards, Vicky Flind, emitió una declaración pública confirmando que la historia publicada en The Sun efectivamente trataba sobre su marido. Ella reveló que había buscado hospitalización debido a graves problemas de salud mental. Lamentando la angustia causada a sus colegas, espera que este anuncio ponga fin a las especulaciones de los medios.

En retrospectiva, aunque las autoridades no declararon ninguna acción inmediata e insistieron en que no se cometieron delitos contra mí, mi suspensión de la BBC marcó un punto de inflexión en mi carrera, un punto del que no podía recuperarme. A pesar de estar de baja durante casi un año, seguí recibiendo mi salario completo, que oscilaba entre 435.000 y 439.999 libras esterlinas. Sin embargo, opté por dimitir en abril de este año, atribuyendo mi dimisión a «consejos médicos». Un detalle que omití compartir fue que cinco meses antes me arrestaron por crear imágenes indecentes de niños. Se presentaron cargos contra mí el mes pasado. Recientemente, los medios informaron que me separé de Flind, la madre de mis cinco hijos.

El miércoles, afuera del tribunal, una tormenta que recuerda a la que enfrentó Kevin Spacey hace dos años cuando compareció allí en medio de cargos de agresión sexual, se desató aún más ferozmente. Esta vez, fue un enfrentamiento entre equipos de cámara y manifestantes, algunos con carteles que decían «#BBCSavilleSyndrome». Esta frase se hace eco del escándalo que rodea a Jimmy Savile, presentador de la BBC de los años 80, que, tras su fallecimiento, fue desenmascarado como un delincuente sexual en serie. Explotó su poderosa posición en la BBC para aprovecharse de numerosas víctimas, muchas de las cuales eran menores. La BBC ha sido acusada de ignorar los crímenes de Savile, al igual que la tormenta que presencié fuera del tribunal; parecía que decidieron hacer la vista gorda.

Con un traje oscuro y una impecable camisa blanca que recuerda el atuendo sombrío que usó cuando anunció la muerte de la Reina hace dos años, Edwards estuvo acompañado por agentes de policía y se dirigió entre la bulliciosa multitud hacia el palacio de justicia. Es difícil adivinar qué pensamientos pudieron haber estado dando vueltas en su mente mientras permanecía en el banquillo bajo el escrutinio de los medios de comunicación globales, algunos de los cuales alguna vez habían trabajado junto a él. La peculiaridad de esta circunstancia desconocida difícilmente podría haberle pasado desapercibida.

Durante cuarenta años había sido el rostro de las noticias; ahora él era la noticia.

2024-07-31 17:17