La oferta de ganancias de BTC aumenta un 83,6%: ¿Ganarán los toros o los osos la gran partida de cripto ajedrez? 🐘💥

Bitcoin (BTC), el más caprichoso de los acróbatas financieros, ha saltado una vez más sobre los hombros de sus acólitos aduladores, recuperando la marca de los 115.000 dólares como un diletante victoriano que redescubre su monóculo después de una semana de decisiones cuestionables. Los alcistas, armados con hojas de cálculo y delirios de grandeza, ahora intentan reunir la energía para un crescendo alcista, como si el mercado fuera un caniche recalcitrante que de repente podría saltar a través del aro si se le soborna con suficiente liquidez.

Los datos en cadena, el más confiable de los adivinos, revelan un patrón tan claro como una brumosa mañana de Londres: cuando el suministro de Bitcoin en ganancias excede el 95%, el mercado entra en un estado febril similar a una cena en la que todos insisten en chocar sus vasos a la vez. A esa euforia, por supuesto, siempre le sigue una forma de naturaleza correctiva de recordarnos que la gravedad se aplica tanto a las carteras como a la física.

Las constantes zonas de fondo con una oferta del 75% en ganancias son, en retrospectiva, simplemente la forma que tiene el mercado de decir: “Déjenme recuperar el aliento antes de que vuelva a colapsar”. Casi se podría admirar a los poseedores a largo plazo, esos santos estoicos que se vuelven a acumular durante estas caídas, cuya paciencia rivaliza con la de un gato que observa cómo se reinicia una trampa para ratones. Los mínimos recientes del 73%, 76% y 81% sugieren que ahora estamos en una “fase de recuperación de mitad de ciclo”, una frase que suena mucho más digna de lo que realmente es.

Darkfost, ese oráculo de la brujería en cadena, informa que el 83,6% del suministro de Bitcoin ahora genera ganancias, una cifra que haría sonrojar a un corredor de bolsa victoriano. Esto, afirma, es “alentador”, como si el optimismo fuera un condimento que se debe esparcir generosamente sobre los activos volátiles. Al parecer, los inversores están optando por mantener su BTC como un amante secreto, susurrando: “Esperaré el próximo repunte” mientras ignoran la persistente voz de la razón.

Históricamente, ese comportamiento es tan predecible como un verano británico: el miedo se desvanece, la acumulación se reanuda y los inversores minoristas, envalentonados por una sola operación ganadora, comienzan a creer que son Wall Street. Mientras tanto, los actores institucionales, con sus hojas de cálculo y sus corbatas manchadas de café, silenciosamente fortalecen sus posiciones, creando una estructura de mercado tan frágil como un castillo de naipes construido por un niño pequeño.

Sin embargo, Darkfost advierte que superar el 95% de la oferta en ganancias es como encender una mecha en un barril de pólvora. La euforia, la más peligrosa de las emociones, tiende a reemplazar el pensamiento racional, y pronto el mercado se convierte en un circo de comerciantes apalancados y especuladores a corto plazo, todos bailando sobre la cuerda floja hasta que alguien tropieza con su propia arrogancia.

La nueva prueba de Bitcoin de 115.000 dólares es menos un análisis técnico y más una farsa a través de las líneas del gráfico. Los alcistas han recuperado niveles de soporte con la tenacidad de un perro persiguiéndose la cola, mientras que el gráfico diario presume de una “fuerte estructura de recuperación” que se parece sospechosamente a la forma en que el mercado dice: “Tomaré otro trago”. Los promedios móviles de 50 y 100 días, que alguna vez fueron fríos e inflexibles, ahora se inclinan ante los caprichos de BTC, como si los moviera una mano divina, o tal vez una llamada de margen muy grande.

El siguiente obstáculo, 117.500 dólares, parece un tío especialmente severo en una reunión familiar. Una ruptura sería la forma en que el mercado dice: “No estoy aquí solo por los bocadillos”, pero un fracaso podría hacer que BTC vuelva a caer al rango de $ 111 000 a $ 112 000, donde presumiblemente estará de mal humor hasta la próxima rabieta alcista. Los indicadores de impulso, esos animadores siempre confiables, sugieren que la presión de compra está aumentando, pero no confundamos impulso con impulso, ¿de acuerdo?

En conclusión, la perspectiva técnica de Bitcoin es tan optimista como la de un hombre con una gabardina vendiendo acciones de un centavo en una esquina lluviosa. Si los alcistas pueden mantener su control por encima de los 115.000 dólares y coquetear con los 117.500 dólares, el mercado aún puede entrar en un nuevo tramo alcista. Pero hasta entonces, todo es sólo un juego muy caro de papa caliente, jugado por millonarios con traje y cripto hermanos con sudaderas con capucha. Que las probabilidades estén siempre a su favor, o al menos en su cartera.

2025-10-28 02:34