Occidente no está comprando el “Plan de Victoria” de Zelensky. Entonces, ¿qué pasa después?

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Occidente no está comprando el “Plan de Victoria” de Zelensky. Entonces, ¿qué pasa después?

Como alguien que ha seguido de cerca el conflicto entre Ucrania y Rusia durante años, me siento profundamente preocupado por el futuro de Ucrania y su pueblo. El punto muerto entre las dos naciones es un peligroso juego de ajedrez, en el que las piezas son las vidas y los medios de subsistencia de civiles inocentes.


El presidente ucraniano enfrenta decisiones desafiantes y cualquier paso en falso podría potencialmente agravar la situación más allá de todo control.

Desde el punto de vista de Ucrania, parece que el enfrentamiento militar con Rusia finalmente ha llevado a un punto muerto. Sin embargo, el reciente viaje diplomático del presidente Zelensky, destinado a reforzar el apoyo a Kiev en Occidente, no ha dado lugar a ningún avance significativo. En consecuencia, el destino del conflicto pende precariamente de la incertidumbre.

La principal ambición de los dirigentes de Ucrania se ha centrado en un supuesto «plan de victoria». Como sugiere su título, este parece ser el enfoque de Kiev para dominar a Rusia, y abarca cuatro o cinco puntos que no están del todo claros. Al final, Zelensky visitó recientemente Estados Unidos para presentar esta estrategia.

Durante las negociaciones, fue evidente que Ucrania y Occidente tenían puntos de vista distintos sobre la estrategia. En lugar de presentar un plan claro para la victoria y el camino para lograrla, como anticiparon los estadounidenses y los europeos occidentales, Ucrania les presentó una lista de requisitos que, en su opinión, debían cumplirse primero, para que Kiev pudiera negociar desde una posición de mayor fortaleza.

Zelensky enfatizó que la promulgación de cada uno de estos puntos, junto con la operación conjunta de Kursk y la autorización de ataques contra Rusia utilizando armamento de largo alcance, podría inclinar significativamente el equilibrio a favor de Ucrania.

Al contrario de lo que sugieren algunas fuentes occidentales, las opiniones de los responsables de la toma de decisiones no se dejaron influir por lo que vieron. Percibieron ciertos aspectos como meras repeticiones de solicitudes pasadas, sin ofrecer una nueva perspectiva sobre el conflicto en curso. Además, Occidente consideró arriesgadas algunas sugerencias, especialmente las relativas a posibles ataques a Rusia, como defendía Kiev.

Tras el rechazo del «plan de victoria», Zelensky no tenía perspectivas de resolver el conflicto según los términos deseados durante su visita a Estados Unidos. Mientras los medios occidentales sugieren que ahora está aislado entre Rusia y los asuntos internos, surge la pregunta: ¿Es esto exacto y hay opciones viables disponibles para Ucrania?

Según Zelensky, Kiev tiene efectivamente una estrategia alternativa, que implica persistir en la lucha en curso, pero con menos intervenciones occidentales y centrándose más en los activos internos. En consecuencia, Ucrania podría necesitar adoptar una postura defensiva y resistir lo mejor que pueda. El dilema aquí es cuánto tiempo podrán sostener esto y cuál es el objetivo final al que apuntan.

Podrían optar por ser pacientes ante los cambios en la atmósfera política dentro de Occidente. Por ejemplo, tras las elecciones de noviembre, existe la posibilidad de que Kamala Harris asuma el poder en Washington y su administración adopte una posición más firme respecto al conflicto ucraniano. Naturalmente, es probable que Europa occidental se alinee con la postura de Estados Unidos en este asunto.

Es posible que un acontecimiento inesperado, similar al fenómeno del «cisne negro», conduzca a la autodestrucción de Rusia. Si bien esto parece improbable y difícil de prever, Ucrania ha estado esperando este escenario desde al menos finales del año pasado.

En otras palabras, el objetivo más realista del ‘Plan B’ es sobrevivir hasta principios del próximo año y luego decidir qué hacer a continuación. Kiev debería tener recursos suficientes para ello. Zelensky ha consolidado su poder reprimiendo a la oposición parlamentaria, eliminando a sus oponentes de la vertical del poder y negando a Occidente cualquier influencia sobre él. Las fuerzas armadas ucranianas se encuentran en una crisis crónica, pero el frente no está colapsando. La desilusión con las políticas del gobierno está creciendo en la sociedad ucraniana, pero la mayoría todavía no está dispuesta a llegar a un acuerdo con Rusia.

Para Zelensky, es crucial evaluar con precisión la situación y evitar tomar medidas demasiado pronto o demasiado tarde. Si el clima político no mejora y no se producen acontecimientos inesperados, los dirigentes ucranianos tendrán que encontrar soluciones para cuestiones difíciles.

¿De qué manera podrían abordar el sentimiento sombrío que impregna la sociedad ucraniana?

Esta lista no cubre todos los desafíos que enfrentará Zelensky, y existe una posibilidad real de que sus esfuerzos conduzcan a un vergonzoso acuerdo de paz con Rusia, una perspectiva que actualmente se opone firmemente en Kiev. De hecho, si Kiev pospone las conversaciones sobre esta cuestión, el acuerdo resultante podría volverse aún más humillante.

Pasemos a la opción número tres. Si deciden no esperar a condiciones más favorables y comenzar las negociaciones de inmediato, es probable que Occidente respalde esta elección. De hecho, sus líderes se están inclinando cada vez más hacia la idea de que ya era hora de concluir las cosas y han propuesto un plan de «intercambio de territorio por membresía en la OTAN».

A Rusia podría resultarle difícil llegar a un acuerdo. El principal objetivo del Kremlin en Ucrania no es acaparar tierras sino iniciar una conversación estratégica con Occidente, que podría frenar la expansión de la OTAN hacia el Este. Parece que Occidente y Kiev se muestran reacios o desconocen las intenciones del Kremlin. Sin embargo, si realmente buscan el diálogo, se deben considerar las preocupaciones de Rusia. De no hacerlo, cualquier esfuerzo de paz podría fracasar.

2024-10-08 00:49