
Siempre me han atraído las historias con un núcleo bueno e inquietante, y ésta definitivamente cumple. Se centra en Arthur Cobb, un célebre autor que realmente está luchando con cosas: un pasado difícil en Vietnam y, más recientemente, la desaparición de su hijo, Jimmy. Jimmy desapareció mientras estaba con la tía de Arthur, Elizabeth, una mujer que insistía en que su antigua casa victoriana estaba embrujada. Es comprensible que toda la situación arruinara el matrimonio de Arthur. Luego, las cosas se vuelven aún más extrañas cuando la tía Elizabeth muere inesperadamente, dejando la casa a Arthur. Mientras intenta escribir sus memorias y lidiar con un vecino bien intencionado pero entrometido, Arthur comienza a creer que su tía podría haber tenido razón acerca de que la casa estaba embrujada. Comienza a sospechar que las respuestas a la desaparición de Jimmy y las cosas aterradoras que suceden dentro de esos muros están conectadas con su historia familiar de maneras que nunca imaginó. Es una configuración realmente convincente y, sinceramente, se ha mantenido notablemente bien a lo largo de los años, incluso con algunos defectos menores.