
Lo que parecía un rebote a primera vista reflejaba algo más profundo; Un cambio en la naturaleza de la demanda. A medida que los activos digitales se recuperaron, los flujos institucionales se volvieron más atacados, y los balances corporativos surgieron como un impulsor clave de la estructura del mercado. Bitcoin aumentó un 29.8%, alcanzando un nuevo máximo histórico en junio, según los datos de Coindesk, pero fue la naturaleza de los compradores, no solo el tamaño del movimiento, lo que marcó un punto de inflexión. Con las empresas públicas que aumentan sus tenencias de BTC en casi un 20%, y la expansión de activos como ETH, SOL y XRP, la adopción del Tesoro Corporativo ha entrado en una nueva fase, con el potencial de remodelar el panorama de los activos.