Reseña de ‘Amado Trópico’: Paulina García brilla en tierno drama

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Reseña de ‘Amado Trópico’: Paulina García brilla en tierno drama

Como crítico de cine experimentado con predilección por los dramas conmovedores que tocan las fibras del corazón sin recurrir a un melodrama excesivo, «Beloved Tropic» me ha dejado una impresión bastante imborrable. La tierna pero compleja relación entre Mechi y Ana María, dos mujeres unidas por las circunstancias pero que encuentran consuelo en la compañía de la otra, es un testimonio del poder de la empatía y la comprensión.


En «Amado Trópico», durante un momento poco común de perspicacia, Mechi (Paulina García) comparte con Ana María (Jenny Navarrete) que ser madre no la protegerá de ninguna dificultad, mientras ella lucha contra la aparición de la demencia. Su vínculo se forma debido a la situación vulnerable de Ana María, siendo una cuidadora embarazada de Mechi y necesitando un trabajo estable para residir en Panamá luego de haber salido de Colombia tres años antes. La enfermera cree que un niño podría brindar ayuda si no se procesan sus trámites de inmigración. Sin embargo, en el conmovedor drama de la directora Ana Endara, los personajes descubren un santuario donde menos lo esperaban.

En una conmovedora mezcla de elementos tradicionales y contemporáneos, que recuerda la belleza oculta de las orquídeas que florecen entre los arbustos del jardín de Mechi, «Beloved Tropic» comienza con Jimena (Juliette Roy), la hija de Mechi, haciéndole una oferta aparentemente modesta a Ana María: 140 dólares por semana para una jornada laboral de ocho horas. La propuesta viene con el atractivo adicional de que si las cosas van bien, sus abogados ayudarán con los asuntos de inmigración de Ana María. Aunque Ana María nunca parece demasiado dispuesta a aceptar, con frecuencia saca a relucir el tema de los papeles y su preocupación se puede ver en su estómago hinchado. Curiosamente, más tarde se revela que este estómago es falso. Sin embargo, surge una ventaja inesperada cuando los 16 años de Ana María cuidando a ancianos resuenan en Mechi, suavizando su corazón previamente frío hacia los cuidadores que habían luchado antes que ella. Como empresaria hecha a sí misma, Mechi habita en un mundo diferente, no sólo debido al deterioro de su salud mental sino también porque su vida ha estado aislada por la riqueza.

Jimena le ofrece una oferta de trabajo de tiempo completo a Ana María debido al deterioro de su salud más que a su fuerte vínculo, lo que refleja la relación única que Mechi comparte con sus hijos, quienes han usado su riqueza para crear distancia, dejando atrás solo a la criada Cristina. Aunque las historias sobre cuidadores que ablandan los corazones de personas mayores difíciles son comunes, Endara y la coguionista Pilar Moreno encuentran esta premisa intrigante ya que profundiza en una dinámica de relación que no es necesariamente maternal o amistosa, pero que sigue siendo profundamente significativa. Con el tiempo, Mechi podrá brindarle a Ana María tanto consuelo como el que recibe cuando ambas se sienten perdidas, desconectadas de sus familias biológicas. Sin embargo, Ana María primero debe pasar las pruebas de Mechi, ya que su mente se ha vuelto más olvidadiza, pero aún conserva su agudo intelecto.

En esta película, García y Navarrete ofrecen actuaciones cautivadoras que evitan que la película se vuelva demasiado sombría. Sin embargo, la dedicación de Endara a explorar temas más allá de la relación entre Mechi y Ana María a veces introduce subtramas innecesarias. Por ejemplo, las visitas de Ana María sola a una clínica de maternidad con fines simulados se sienten forzadas y parecen tener más que ver con hacer avanzar la historia que con ser orgánicas. Esto se vuelve aún más notorio cuando Endara profundiza hábilmente en los pensamientos de sus personajes y retrata su entorno. Sin embargo, hay momentos en los que Ana María recuerda su pasado en Colombia a través del sonido del mar, o cuando la condición de Mechi se refleja en las expresiones de quienes la conocieron antes. En estos casos, «Beloved Tropic» evita el melodrama enfatizando la tranquilidad que sus personajes eventualmente encuentran entre sí. Es especialmente conmovedor ver a Endara evocar una sensación de paz en el público cuando los propios personajes parecen incapaces de encontrarla.

2024-09-14 03:18