Reseña de ‘Violent Ends’: una historia de venganza demasiado familiar

Es cierto que la mayoría de las historias ya se han contado antes; lo que realmente importa es cómo se cuentan. La trama de un hombre que busca venganza por la muerte de su amante no es nueva, pero un narrador experto aún puede hacerla cautivadora. Desafortunadamente, películas como Violent Ends fracasan, no se sienten inspiradas y no logran generar impacto. La película, ambientada en 1992, se centra en Lucas Frost (Billy Magnussen), un hombre que intenta escapar del pasado criminal de su familia. Cuando su prometida, Emma (Alexandra Shipp), muere trágicamente durante un robo que involucra a sus primos, Lucas se ve empujado al límite.

Violent Ends de John-Michael Powell se toma a sí mismo muy en serio, pero, irónicamente, parece algo superficial. La película se basa en tropos familiares sin ofrecer ninguna perspectiva nueva, lo que se nota inmediatamente en la forma en que se presenta la muerte de Emma. A pesar de que pretende evocar emociones fuertes, la película no le da al público motivos suficientes para sentir realmente la pérdida. Vemos una única y dulce escena de Lucas y Emma juntos, seguida de breves apariciones de ella antes de su muerte. Si bien la actriz tiene un encanto natural, está limitada por la falta de profundidad del personaje. El uso del tropo de la “esposa muerta” (flashbacks que muestran momentos felices presentados como un montaje de escenas desconectadas y demasiado alegres) parece involuntariamente tonto, más como un comercial que como una representación emocional genuina.

Si bien Magnussen ha actuado durante dos décadas, la mayoría de la gente probablemente lo reconozca por sus papeles cómicos en películas de Disney como Aladdin y Lilo & Puntada. Ofrece una sólida actuación en Violent Ends, transformando notablemente su apariencia con cabello más largo y barba, y mostrando un lado diferente al de sus personajes habituales. Powell tomó excelentes decisiones de reparto, particularmente con Nick Stahl como el hermano de Lucas, Tuck, conocido por ser el hermano más problemático. Stahl siempre ha sido un actor talentoso y es fantástico verlo regresar a la pantalla. En esta película, interpreta a Tuck con una sensación de silencioso cansancio.


Independent Film Company

La película depende demasiado de sus actores para llevar la historia, y esto es especialmente cierto para el villano Sid (James Badge Dale). Dale tiene un gran desempeño, pero se ve obstaculizado por algunas decisiones tontas, comenzando con un corte de pelo realmente horrible: distrae la atención, como un intento fallido de lucir el look de Moe Howard. Es extraño que nadie en la película comente nunca al respecto. Además, la villanía de Sid es exagerada y obvia; hay una escena en la que come agresivamente carne desmenuzada, con fuertes sonidos de masticación. A pesar de todo esto, Dale aporta suficiente carisma al papel como para convertir a Sid en un villano algo convincente.

El director Powell parece haber buscado una sensación épica y dramática, comenzando con mucha información detallada sobre tres hermanos que lucharon entre sí en la década de 1980 por el control del tráfico de drogas local. Sin embargo, muchos de estos detalles no son realmente necesarios, ya que la película en realidad se centra en uno de sus hijos. La idea de una disputa violenta y de larga data dentro de esta familia es interesante, pero la película sólo la aborda brevemente.


Independent Film Company 

Uno de los personajes más interesantes de la historia es Darlene, la madre de Lucas y Tuck, interpretada brillantemente por Kate Burton. Es irónico que sea oficial de policía, considerando que casi toda su familia está involucrada en actividades criminales. Darlene pasa mucho tiempo frente a la pantalla y Burton la convierte en un personaje convincente mientras prosigue su investigación con determinación. Sin embargo, la historia nunca profundiza en las preguntas fascinantes que plantea su presencia: ¿Cómo alguien con su fuerte moral y profesión se conectó con la famosa familia Frost? ¿Cómo pudo mantener su carrera como policía dadas las actividades de su familia? ¿Y cuáles son sus relaciones actuales con otros miembros de la familia además de sus hijos? Estos aspectos de su historia permanecen inexplorados.

El cineasta Powell, que creció en Arkansas, aporta una sensación realista al escenario de Violent Ends, filmando en locaciones reales de todo el estado. La película tiene algunas escenas realmente tensas, incluidos algunos tiroteos bien ejecutados que se sienten arraigados y evitan ser demasiado dramáticos. Sin embargo, la película, en última instancia, parece derivada de otras obras más sólidas del género, en lugar de ofrecer una perspectiva nueva. El final intenta retratar la película como una tragedia, pero en cambio resalta cuán emocionalmente vacía se siente la historia de venganza. Podría haber tenido más éxito si hubiera adoptado un enfoque más elegante y sensacional, ya que no logra crear una verdadera profundidad emocional.

2025-10-30 17:47