RESEÑA: “Ella McCay” (2025)

“Ella McCay” marca el regreso de James L. Brooks a la dirección después de una pausa de quince años, pero desafortunadamente no está a la altura de las expectativas. Es difícil conciliar esta película con el trabajo del director detrás de clásicos queridos como “Terms of Endearment”, “Broadcast News” y “As Good as It Gets”. La película se siente plana e insatisfactoria y, a pesar de sus esfuerzos, le cuesta conectarse con una emoción o realidad genuina.

Es decepcionante porque la película claramente involucra a mucha gente talentosa. Brooks suele ser un director y narrador fantástico, pero comete varios errores aquí. Intenta hacer demasiado con la trama, apresura escenas importantes y no desarrolla completamente los personajes. Lo más frustrante es que falta su habitual toque genuino y perspicaz, lo que deja al público en busca de una conexión emocional real que es difícil de encontrar.

Emma Mackey brilla en el papel principal y ofrece una actuación convincente. Sin embargo, la historia de la película está estancada por una estructura confusa, llena de flashbacks incómodos y trucos argumentales cansados. No tiene éxito como comedia, no parece inspirada como una historia sobre la fuerza femenina y, en última instancia, no logra resonar como drama, ya sea que se centre en la familia o en temas políticos más amplios.

La vida de Ella es increíblemente dramática, como algo que verías en un programa de televisión popular. Al crecer, ella y su hermano menor tuvieron una infancia difícil debido a su padre, Eddie (Woody Harrelson), quien engañaba repetidamente a su madre. Perdió su trabajo en el hospital debido a estos asuntos. Cuando Eddie y su madre, Claire (Rebecca Hall), deciden empezar de nuevo en California, Ella decide quedarse para terminar la escuela y se muda con su tía Helen (Jamie Lee Curtis).

En 2008, Ella es una abogada de 34 años y vicegobernadora de su estado. Tiene una relación compleja con el gobernador, Bill Moore (Albert Brooks), quien está centrado en un posible trabajo con el presidente. Cuando Bill asciende y dimite, Ella se convierte en gobernadora interina durante los próximos catorce meses. Está ansiosa por servir a su estado, pero muchos en el mundo político la ven como una figura temporal con poder limitado.

La madre de Ella falleció hace dieciséis años y ella no ha hablado con su padre en trece años, hasta que él reaparece inesperadamente con la esperanza de reconciliarse. Su marido, Ryan, está luchando con su reciente éxito y su autoritaria madre lo empuja a aprovechar la situación. Además de todo, Ella también está tratando de apoyar a su hermano, Casey, quien se ha estado aislando después de una ruptura difícil.

Desafortunadamente, los diversos elementos dramáticos no se combinan de manera satisfactoria, en gran parte porque la historia es demasiado complicada y utiliza demasiado lenguaje descriptivo. La película presenta un elenco talentoso con personajes y roles subdesarrollados que no ofrecen mucha sustancia. Harrelson aparece esporádicamente sin causar un impacto real, y Kumail Nanjiani está infrautilizado como conductor y guardaespaldas. El papel de Hall es poco más que una breve aparición. El personaje de Edebiri parece innecesario y Lowden tiene que cargar con un papel mal escrito que es difícil de hacer convincente.

“Ella McCay” es una gran decepción, especialmente considerando que proviene de un director tan hábil como James L. Brooks. La película no está a la altura de las expectativas y, lamentablemente, desperdicia el talento de Emma Mackey y el resto del reparto, que luchan por encontrarle sentido a una historia confusa y, en última instancia, vacía. Si bien la película parece tener buenas intenciones, es un claro fracaso y un paso atrás con respecto al trabajo anterior, mucho más sólido, de Brooks.

2025-12-17 18:57